La crisis climática continúa intensificándose en Senegal y golpea con especial dureza a las comunidades vulnerables. Alexandre Gubert Lette, director general de Teranga Lab, hizo sonar recientemente la alarma sobre los desafíos que plantean los desastres climáticos, enfatizando la urgente necesidad de repensar los mecanismos de financiación climática a nivel global.
La devastadora inundación que azotó recientemente el norte de Senegal puso de relieve los límites de las infraestructuras y las capacidades de adaptación del país frente a fenómenos extremos. “Esta tragedia pone de relieve la necesidad urgente de cerrar la brecha financiera para la adaptación y la resiliencia”, dijo Lette, destacando las pérdidas humanas y materiales sufridas por las comunidades afectadas.
Según Lette, el compromiso asumido en el marco del Nuevo Objetivo Colectivo Cuantificado (NCQG), destinado a movilizar 1,3 billones de dólares al año para los países vulnerables, está lejos de cumplirse. Esta brecha financiera compromete la capacidad de los países en desarrollo para responder a los desafíos climáticos.
“No podemos, como países en desarrollo, seguir soportando solos el peso de los impactos climáticos sin un apoyo acorde con los desafíos”, declaró.
Para Lette, es imperativa una reforma de las arquitecturas financieras multilaterales. Pide la eliminación de barreras estructurales que limitan el acceso equitativo a la financiación climática para países como Senegal.
“Estas barreras estructurales refuerzan las desigualdades y ralentizan los esfuerzos por la justicia climática”, añadió, subrayando que la ausencia de recursos suficientes no sólo debilita la resiliencia de los territorios, sino que también ralentiza la lucha global contra las injusticias climáticas.
“No podemos, como países en desarrollo, seguir soportando solos el peso de los impactos climáticos sin un apoyo acorde con los desafíos”, continúa el Sr. Lette.
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