Cientos de peces muertos descubiertos en un río

Cientos de peces muertos descubiertos en un río
Cientos de peces muertos descubiertos en un río
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A mediados de junio, los funcionarios de conservación de la Isla del Príncipe Eduardo encontraron unos 300 peces muertos en el río Cardigan, en la parte oriental de la provincia. Entre ellos se encontraban la trucha de arroyo, la trucha arco iris y el salmón juvenil.

“Un funcionario de conservación me llamó y fuimos al lugar para ver el incidente”, informa Rosanne MacFarlane, bióloga provincial, especialista en peces de agua dulce.

Por el momento, el origen del suceso sigue sin explicarse. El departamento federal de Pesca y Océanos de Canadá tomó el relevo de la provincia y lidera la investigación.

Esta está lejos de ser la primera vez que ocurre un evento de este tipo. En los cursos de agua de la isla se encuentran regularmente peces de agua dulce muertos.

“Suelen ser causas antropogénicas, pero también pueden deberse a fenómenos naturales”, observa Heather Laiskonis, directora ejecutiva de PEI Watershed Alliance.



Heather Laiskonis es directora ejecutiva de PEI Watershed Alliance.


Las prácticas agrícolas están mejorando

El directivo habla de fenómenos de anoxia, temperaturas excesivamente altas del agua, escorrentías de productos químicos agrícolas, contaminación industrial, sequías e incluso enfermedades infecciosas.

La anoxia significa que no hay más oxígeno en el agua debido a la proliferación de algas verdiazules. Los peces ya no pueden respirar y mueren.

“En la isla, es muy común en verano en las rías”, señala Heather Laiskonis.

A finales de los años 1990 y principios de los años 2000, el uso de ciertos pesticidas en la agricultura también provocó la muerte de muchos peces.

“Los productos químicos muy tóxicos fluían de los campos y terminaban en los ríos”, explica Rosanne MacFarlane.

Pero, según el biólogo, la situación ha mejorado gracias a prácticas agrícolas más respetuosas con el medio ambiente.

“Con el tiempo se ha vuelto cada vez menos frecuente, ha habido una concienciación entre la comunidad agrícola, están utilizando sustancias menos tóxicas”, asegura.

Desde 2020, los grupos de cuencas insulares han trabajado mano a mano con los agricultores a través del programa PEI Agri Watershed Partnership, financiado con fondos provinciales.

Multiplicación de amenazas

“Ésta es una respuesta directa a la mortalidad de los peces. Intentamos involucrar a la agricultura en la protección de las vías fluviales y dar una respuesta adaptada a cada explotación”, explica Heather Laiskonis.

Replantar pasto, dejar tierras en barbecho, mantener una zona de amortiguamiento a lo largo de los ríos, todas ellas soluciones para evitar cualquier flujo nocivo al agua.

Si la situación mejora en el frente agrícola, la “enorme amenaza” del cambio climático preocupa especialmente a Heather Laiskonis.

“Un pez podría haber evolucionado durante cientos de miles de años para vivir con éxito en temperaturas más cálidas. Pero cuando las temperaturas alcanzan niveles récord en 20 o 30 años, no tienen tiempo suficiente para adaptarse”.

El aumento de las amenazas también preocupa al especialista: “Además de la temperatura del agua, los peces deben aprender a convivir con especies invasoras agresivas”.

Mientras tanto, el gobierno provincial ha declarado el cierre de la pesca en el río Cardigan hasta nuevo aviso.

#Canada

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