El Gobierno español ha aprobado un contrato por valor de 486.420 euros para alquilar cuatro sismómetros submarinos para estudiar el fondo marino del estrecho, en un nuevo intento de avanzar en el proyecto del túnel entre Tarifa y Tánger, informaron el domingo 24 de noviembre medios españoles. El ambicioso proyecto de construir un túnel submarino de 38 kilómetros entre Tarifa, España, y Tánger, Marruecos, “podría transformar el comercio entre Europa y África”lo sabemos.
El contrato de alquiler, con opción de compra, fue adjudicado a la empresa madrileña Tekpam, única empresa que ha acudido al concurso. Según información proporcionada por su sitio web, la empresa “ofrece servicios en los campos de sismología, telecomunicaciones y energía solar”. La oferta de la compañía fue de 486.420 euros, ligeramente inferior a los 487.000 euros presupuestados inicialmente.
La Sociedad Española de Estudios de Comunicaciones Fijas a través del Estrecho de Gibraltar (SECEGSA), dependiente del Ministerio de Transportes español, publicó esta convocatoria de licitación a finales de agosto. Según información confirmada por Europa Press, la adjudicación del contrato se produjo el pasado 17 de octubre, y su formalización se llevó a cabo el 6 de noviembre.
Según indica SECEGSA, el contrato tenía como objetivo el suministro de cuatro sismómetros submarinos (OBS) para la campaña de investigación sismotectónica en el Estrecho de Gibraltar. Esta campaña, que tendrá una duración de seis meses, comenzará con la entrega de los dispositivos. Desde hace varios meses se llevan a cabo diversos estudios con el fin de “comprender las dificultades del sitio desde un ángulo geológico, oceanográfico, sísmico y meteorológico”según detalles proporcionados por SECEGSA en su sitio. Para ello, se realizaron sondeos profundos en tierra, se realizaron pruebas geotécnicas mediante la excavación de una galería submarina a gran escala cerca de Tánger y se excavó otra galería terrestre cerca de Tarifa.
Con una longitud total de 38,5 kilómetros
Estos estudios permitieron considerar varias soluciones, tanto para un puente como para un túnel, para conectar las dos orillas del estrecho. Finalmente se optó por un túnel entre Punta Paloma y Tánger, con una longitud total de 38,5 kilómetros, de los cuales 27,7 kilómetros están bajo el agua. Este túnel estaría formado por dos vías de ferrocarril.
El trazado elegido discurre por la zona menos profunda entre Punta Paloma (España) y Punta Malabata (Marruecos), facilitando así la construcción y reduciendo costes. El túnel contará con tres galerías: dos para el transporte ferroviario de viajeros y mercancías, y una tercera destinada a servicios y seguridad.
Esta infraestructura, que no sólo conectará España y Marruecos, sino también las redes ferroviarias europea y magrebí, permitirá una conexión directa entre ciudades como París, Madrid, Rabat y Casablanca. También se espera que el proyecto estimule el desarrollo económico de la región, al promover la productividad y la creación de empleo. Si la fecha exacta de finalización sigue siendo incierta, el presidente de SECEGSA indicó que el túnel podría estar terminado entre 2030 y 2040.