lo esencial
Desde hace 36 años, Monique Larroque dedica su vida a la donación de sangre en el Lot. Ex donante y ahora presidenta dedicada, continúa movilizándose incansablemente por esta causa vital a pesar de los crecientes desafíos.
36 años. Monique Larroque participa en la donación de sangre en el Lot desde hace 36 años. Dio hasta los 71 años y sigue dando su tiempo en esta vida comunitaria. Hoy es presidenta de la Unión Departamental de Donantes Voluntarios de Sangre de Lot. Gestiona las 26 asociaciones del Lot, ayuda en las colectas, busca nuevos donantes, gestiona la formación, etc. También se presenta a su segundo mandato en el ayuntamiento de Figeac. En definitiva, una vida plena, y sobre todo al servicio de los demás.
Monique ha desarrollado toda su carrera en EDF. A los 50 años, escuchó muchos mensajes en la radio: “Había muchos pedidos de donaciones. Fui a hacerlo. Doné un poco tarde, pero me di cuenta de que necesitábamos sangre para los enfermos. Se necesitan 10.000 donaciones”. por día para cubrir las necesidades. En comparación, equivale a un año de donaciones en el Lot. Y una vez que empezó, Monique no se detuvo. “¡Di hasta los 71 años! Cuando ya no podemos dar, nos quejamos porque todavía nos sentimos bien de salud y nos gustaría continuar. Nos pasa factura, es difícil decir que ya no podemos. Especialmente desde que, cuando somos donantes, tenemos la sensación de salvar vidas”, afirma Lotoise, que hoy tiene 76 años. Afortunadamente, estos últimos todavía pueden intervenir, pero de otra manera.
“Si me pasa algo, no hay que desperdiciarlo todo”
“En 1997, me hice voluntaria en la asociación Figeac. Realmente reactivamos esta asociación en 1999, antes de que estuviera un poco inactiva. Allí fui secretaria y luego asistente”, recuerda Monique Larroque. Luego, en 2000, se incorporó al comité regional y se convirtió en secretaria de la Unión Departamental de Donantes Voluntarios de Sangre de Lot. Llegó a la presidencia en 2009 y se postuló para la presidencia de la asociación Figeac en 2015. Ya basta de perderse. “El año pasado tomé la decisión de dejar mi cargo de secretario del comité regional, tenía demasiadas cosas que hacer. Es difícil porque no pudimos encontrar a nadie”, respira Lotoise.
Y ahí lo tienes, uno de los problemas de la donación de sangre: la falta de voluntarios. “Me gustaría dejar de ser presidente de la Unión, pero no hay nadie que esté tan involucrado como yo. Los voluntarios quieren echar una mano, pero nadie quiere responsabilidades. Eso me preocupa. Hace que varias veces hable de sustituir Yo mismo, si me pasa algo, no todo debe desmoronarse. Intento llevar voluntarios conmigo durante las reuniones para intentar motivarlos, dice Monique. Sin embargo, sin este compromiso voluntario, es difícil organizar colectas y, por tanto, recaudar donaciones.
Otro elemento que se queda estancado: los donantes. “Ha habido una caída grande desde el Covid. Antes las amistades tenían cifras razonables. Ahora no sabemos muy bien qué está pasando”, lamenta el voluntario. Y continúa: “Los mayores que dejan de dar no son reemplazados”. Por ello, Figeacoise está haciendo todo lo posible para intentar captar donantes. “Tenemos mucho trabajo de promoción y sensibilización. Vamos a mercados o a distintos eventos para hablar sobre la donación de sangre, vamos a las escuelas, repartimos folletos sobre partidos de rugby…”, describe Monique. Fidelizar a un nuevo donante es siempre un motivo de orgullo para los voluntarios, que sienten que están aportando su piedra al edificio. La semana pasada, durante una colecta en el IUT de Figeac, más de 80 jóvenes vinieron a donar sangre. Suficiente para calmar el corazón de quienes están involucrados en cuerpo y alma.
“Tenemos unos valores bastante alentadores”
A mediados de noviembre, Déborah Iragne, responsable de promover las donaciones para la cuenca del Quercy (Tarn y Garona y Lot), se muestra bastante positiva: “Tenemos reservas bastante alentadoras. Desde hace dos semanas, van bien. Bueno, Estamos a 14 días, es sólo la segunda vez este año que nos pasa esto”. Albricias. Sin embargo, debemos permanecer alerta: “Durante las vacaciones, las donaciones son un poco tímidas. Vemos gente que viene con sus familias porque durante este período están todos juntos. También hay días festivos, y allí son realmente nuestros enemigos número 1”, desliza Déborah. Porque quien dice festivo, dice recogida imposible. Para afrontar con tranquilidad el año 2025, el Organismo de Sangre francés organiza los Trofeos de la Vida: un desafío interestructural en el que se compite para ver quién será capaz de movilizar el mayor número posible de donantes en un mes.