Este martes 19 de noviembre, el ayuntamiento de París concedió la ciudadanía honoraria, una alta distinción, al activista medioambiental Paul Watson, encarcelado en Groenlandia.
Una señal simbólica de apoyo. En la inauguración del Consejo de París de este martes 19 de noviembre, la ciudad votó a favor de conceder la ciudadanía honoraria a Paul Watson, activista medioambiental y fundador de la ONG Sea Shepherd.
Actualmente encarcelado en Nuuk, Groenlandia, y amenazado de extradición a Japón, el defensor de las ballenas frente al gobierno japonés – que autoriza la caza de mamíferos gigantes a pesar de una prohibición internacional – es objeto de mucho apoyo en todo el mundo.
“Paul Watson lleva más de 120 días detenido, casi 74 años. Nos está pidiendo ayuda”, dijo Anne Hidalgo a los miembros del consejo municipal, agregando que había escrito personalmente al presidente Emmanuel Macron para solicitar la liberación del activista ambiental. Este último permanecerá tras las rejas al menos hasta el 5 de diciembre, dictaminó recientemente la justicia danesa.
Unanimidad de opiniones sobre la lucha
Las diferentes composiciones políticas del concejo municipal rindieron unánimemente homenaje al hombre y la lucha que lidera por la preservación de la biodiversidad y el medio ambiente.
“Este encarcelamiento infundado ha durado bastante. ¿En 2024 podremos criminalizar a quienes luchan por el medio ambiente? Apoyamos su petición de liberación”, afirmó Fatoumata Koné, presidenta del grupo “Les Ecologistes”.
También en el centro y en la derecha Paul Watson fue elogiado por su compromiso cívico y comparado con un “pastor del mar”. Pierre-Yves Bournazel, copresidente del grupo centrista “Union Capitale”, expresó su solidaridad y deseó “que se le conceda el asilo político y la nacionalidad francesa (que solicitó hace dos semanas en una carta dirigida a Emmanuel Macron).
Divergencias sobre el modo de acción
Sin embargo, a pesar del reconocimiento de la lucha emprendida, algunos asesores de París cuestionaron los métodos de acción de Paul Watson. Para que conste, el arresto del fundador de Sea Shepherd fue permitido después de una notificación roja de Interpol emitida en 2012. El Estado japonés lo acusa de herir a un marinero japonés en 2012, como parte de una acción de Sea Shepherd contra los balleneros.
“No comparto todos sus compromisos activistas”, explicó Laurent Sorel (no miembro, cercano a Francia Insumisa), recordando que supo “jugar con su imagen de pirata”. La misma historia, esta vez de derechas, ya que Farida Kerboua (Les Républicains, Les Centristes) señaló que Paul Watson “no estaba en su primer intento de ser objeto de acciones violentas”, en referencia a un asunto de riñas con cazadores de focas por el que estaba arrestado en Canadá en 1979.
Por último, Franck Margain (Changer Paris) pidió que este acto altamente simbólico no sea en modo alguno un medio para obstaculizar la “cooperación internacional”, ya que la ciudad “no está allí para pronunciarse sobre una situación jurídica, que además, a nivel internacional”, explicó.