Marruecos tiene uno de los niveles más altos de deuda de hogares y empresas en África, lo que refleja una madurez cada vez mayor del mercado crediticio. Esta situación, aunque trae oportunidades, también pone de relieve ciertos desafíos para el sector privado y los bancos marroquíes en un contexto continental cambiante.
Con una de las tasas de endeudamiento de hogares y empresas más altas del continente, Marruecos ilustra una tendencia notable en la evolución de los mercados crediticios en África. Aunque está por debajo de los niveles registrados en las grandes economías emergentes, esta situación refleja un potencial creciente para los bancos marroquíes y plantea desafíos estructurales. A través de su último informe, el Banco Europeo de Inversiones (BEI) ofrece una visión precisa de esta dinámica, destacando los obstáculos y las perspectivas para el sector privado.
Segundo en África
Con una tasa de endeudamiento de los hogares de alrededor del 30% del PIB, Marruecos ocupa el segundo lugar en África, detrás de Sudáfrica, según datos del cuarto trimestre de 2023. Esta cifra es significativamente superior a la media de los mercados emergentes previos a la comercialización. Sin embargo, sigue por debajo de los niveles observados en las economías emergentes o desarrolladas.
El informe del Banco Europeo de Inversiones (BEI) subraya que esta situación refleja una evolución positiva de los mercados crediticios marroquíes, cada vez más maduros. Según el BEI, el desarrollo de los préstamos a los hogares podría ofrecer una importante oportunidad de crecimiento para los bancos marroquíes, al tiempo que estimularía las inversiones de los hogares.
El sector empresarial también está siguiendo una trayectoria similar. Marruecos ocupa el segundo lugar detrás de Túnez en cuanto a tasa de deuda corporativa. En cuanto a los hogares, este nivel se mantiene por debajo de los promedios de los mercados emergentes, pero ilustra una dinámica crediticia activa en el país.
En África, el sector empresarial en general tiende a estar más endeudado que el de los hogares: el promedio de los mercados “fronterizos” se sitúa en el 25% del PIB, en comparación con el 13% de los hogares. Sin embargo, el BEI señala que los bancos africanos suelen favorecer a las grandes empresas en detrimento de las pequeñas y medianas empresas (PYME). Esta concentración limita el impacto del crédito en la economía real, un desafío que Marruecos también tendrá que afrontar para impulsar su tejido económico local.
Barreras estructurales a la financiación
El informe del BEI destaca una contracción del crédito al sector privado a escala continental, cayendo del 56% del PIB en 2007 al 36% en 2022. Esta tendencia va acompañada de un débil crecimiento de los activos productivos, una desaceleración de la industrialización y de las inversiones. Para Marruecos, esta cuestión plantea interrogantes sobre la diversificación de las fuentes de financiación y la mejora de las condiciones para las pequeñas empresas.
Además, el papel de los bancos multilaterales de desarrollo, como el BEI, sigue siendo crucial frente a los desafíos climáticos y digitales. Estas instituciones pueden contribuir a proyectos más sostenibles e inclusivos, esenciales para garantizar un crecimiento económico resiliente en Marruecos y África.