Sólo un niño permanecía hospitalizado “bajo vigilancia” el martes por la noche, indicó la prefectura en un comunicado de prensa, precisando que el martes no se registró ningún nuevo caso.
Cerrado desde el lunes, el grupo escolar de Fère-Champenoise, ciudad de 2.000 habitantes al suroeste de Châlons-en-Champagne, permanecerá cerrado durante la semana y “hasta nuevo aviso”, según la misma fuente.
Los bomberos estaban desplegados en una celda de mando en el centro de la localidad, indicó el martes la AFP.
Las molestias comenzaron el jueves al mediodía, cuando 21 niños y un adulto experimentaron vómitos y picazón. Según la prefectura, dos niños y un adulto tuvieron que ser hospitalizados. Los mismos síntomas se observaron el viernes en una veintena de niños.
Todos los niños pudieron salir de los hospitales el sábado, informó el lunes la prefectura, añadiendo que “su intoxicación por monóxido de carbono fue confirmada”.
El lunes, una veintena de estudiantes de los 170 de la escuela fueron nuevamente atendidos por los servicios de emergencia y tres de ellos fueron hospitalizados, indicó a la AFP el alcalde Gérard Gorisse.
Según el concejal, sintieron “náuseas, dolores de cabeza y de estómago y hormigueos en la garganta” en los 800 metros que recorrieron a pie entre el colegio y el comedor. Las mediciones permitieron detectar “altas dosis” de monóxido de carbono en los estudiantes al salir de la escuela, añadió.
Los análisis realizados por la unidad de riesgos químicos “no permitieron detectar el origen de los síntomas”, indicó no obstante el martes la prefectura.
Se establecerá un “vigilancia a más largo plazo”, en colaboración con la Agencia Regional de Salud (ARS), Salud Pública de Francia y el Centro Antivenenos, afirmó la misma fuente.
Se organizará y desplegará un protocolo de control “tanto en el interior de los edificios escolares y en el comedor como en el exterior”, sobre el recorrido de los escolares.
