La salida forzosa de las tropas francesas de Burkina Faso, Malí y Níger en los últimos dos años tras los golpes de estado en esos países fue un acontecimiento importante en la geopolítica de África occidental, y sus repercusiones también podrían afectar a Senegal.
Después de décadas de presencia militar de Francia en su territorio, la llegada al poder del presidente democráticamente elegido Bassirou Diomaye Faye abre el camino para un cambio de paradigma similar. “Sesenta años después de nuestra independencia, debemos preguntarnos por qué el ejército francés todavía tiene bases militares en nuestro país”, dijo el primer ministro senegalés Ousmane Sonko durante una reunión con estudiantes en Dakar en mayo pasado.
Estas declaraciones se producen durante la visita de Jean-Luc Mélenchon, líder de la oposición francesa “La France Insoumise”, subrayando el deseo del gobierno senegalés de encontrar nuevos socios en sus relaciones con Francia. Tanto Sonko como el presidente Faye, que asumió el cargo el 2 de abril, abogan por una reducción de la dependencia exterior.
Sin embargo, el futuro de la presencia francesa en Senegal aún debe aclararse oficialmente, más allá de discusiones informales. « Aujourd’hui, il n’y a aucune justification à la présence de ces forces militaires sur notre sol », souligne Diao Diallo, représentant du Front pour une Révolution Anti-impérialiste, Populaire et Panafricaine (FRAPP), exprimant le sentiment « antifrançais ” en Senegal.
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