En vista, Agenda, Críticas, Eventos // La Gaviota, de Anton Chejov, dirección y escenografía de Stéphane Braunschweig, Odéon-Théâtre de l’Europe, París
12 de noviembre de 2024 |
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© Simón Gosselin
ƒƒ artículo de Nathalie Tambutet
Segunda puesta en escena de Stéphane Braunschweig de la obra “ la gaviota », su última creación como director del Odéon-Théâtre de l’Europe. Una relectura y reescritura escenográfica veintitrés años después de su primera producción como director del Théâtre de Strasbourg. Su deseo es revelar la visión del futuro que Chéjov percibió a finales del siglo XIX y que esta obra revela.
Una persiana blanca de cuerpo entero delimita el escenario con una tira de juego. Aparecen dos personajes: Macha, una mujer afligida, y Medvedenko, un maestro de escuela, que se queja de su escaso salario. Está enamorado de Macha. Otros dos se unen a ellos. Se trata de Konstantin Treplev, dramaturgo, hijo de una famosa actriz, enamorado de Nina, y Sorine, tío de Konstantin, jubilado y propietario de la finca. Sorine se muere de aburrimiento en el campo. Konstantin, por su parte, explica que su obra disgusta a su madre porque ella no es la actriz principal. Describe a su madre como una mujer egocéntrica y lamenta su romance con un famoso escritor, Trigorin. Están reunidos aquí para asistir a la primera obra de Treplev.
El ciego se levanta y revela una escena del fin del mundo: un lago seco, desnudo, sin agua ni más vida en la tierra.
La narración de Nina es una metáfora del desnudo del alma de Treplev. Representa su angustia ante una madre centrada en sí misma, en su propia celebridad, y que coquetea con lo indescriptible. De hecho, su amante, más joven que ella, le recuerda a Treplev su propia impotencia para ser vista y reconocida por su propia madre, que sólo se relaciona con celebridades. A los ojos de su madre, él no es nada comparado con estas personalidades. Busca el reconocimiento de su madre.
La obra de Treplev describe lúcidamente el estado de este joven y el mundo desértico en el que vive. Un joven abandonado a su suerte. Es también el reflejo de una juventud rezagada, de adultos preocupados por sí mismos, sin visión de futuro para sus descendientes. Seres atrapados en la inmediatez del presente y el dictado de disfrutar la vida a expensas de las consecuencias para los demás y el futuro del mundo.
Esta pequeña pieza dentro de la grande anuncia el colapso psicológico de Treplev debido a un mundo donde reinan los amores imposibles, los lutos impensables, los destinos frustrados por la codicia, el empobrecimiento del trabajo asalariado, la soledad por la incapacidad de vincularse con personas que sólo se preocupan por sí mismas. La queja está constantemente presente en estos personajes sin otra solución. Y, sin embargo, Treplev afirma que el arte es un camino contra la deshumanización y el agotamiento del mundo, pero a condición de que el arte no sea el pálido reflejo de la realidad de las personas, sino que transmita mensajes, sueños, anticipaciones.
Esta pieza sorprende por su contemporaneidad. Refleja nuestro mundo actual: cada uno conectado con su teléfono, consigo mismo, la búsqueda de la eterna juventud valorada negando la muerte pero también la de la satisfacción inmediata para disfrutar de la vida. No te preocupes por el futuro que dejamos atrás. Un mundo que seca las almas, cuando el sentido de la vida ya no tiene otro sentido que el de la satisfacción y la autorrealización, cuando la búsqueda del materialismo y del yo deshumaniza. Un mundo donde predomina la cosificación de los seres, como el personaje de Nina, la gaviota. Ella es el símbolo de la libertad y los sueños, pero Nina romperá sus alas siguiendo su avidez de éxito. Tres destinos de las mujeres del siglo XIX: una joven engañada, una mujer liberada y una mujer soltera. La situación de la mujer pasa a primer plano.
Es interesante poner en primer plano esta pequeña pieza, metáfora de la angustia humana y del fin del mundo, para devolverle su lugar a la sublimación y simbolización humanizadora.
Una relectura enriquecedora.
© Simón Gosselin
la gaviota d’Anton Chéjov
Dirección y escenografía: Stéphane Braunschweig
Avec Sharif Andoura, Jean-Baptiste Anoumon, Boutaïna El Fekkak, Denis Eyriey, Thierry Paret, Ève Pereur, Lamya Regragui Muzio, Chloé Réjon, Jules Sagot, Jean-Philippe Vidal
Traducción: André Markowicz, Françoise Morvan
Colaboración artística: Anne-Françoise Benhamou
Colaboración en escenografía: Alexandre de Dardel
Vestuario: Thibault Vancraenenbroeck
Luz Marion Hewlett
Hijo: Xavier Jacquot
Maquillaje, peinados: Émilie Vuez
Asistente de dirección: Jean Massé
Creación de la decoración: taller de construcción del Odéon-Théâtre de l’Europe
Duración 2h20
Del 7 de noviembre al 22 de diciembre de 2024
Martes a sábado a las 20 h.
Domingo a las 15 h.
descanso los lunes
Actuaciones con sobretítulos en inglés los días 9, 16, 23, 30 de noviembre y 7, 14 y 21 de diciembre
Actuaciones con audio descripción el jueves 5 de diciembre y domingo 8 de diciembre
Teatro Odeón de Europa
Plaza Odeón
75006 París
Reservas : ubicació[email protected]
Semejante. : 01 44 85 40 40
www.teatro-odeon.eu