Senegal recibirá un enorme impulso de los países desarrollados: 1.630 mil millones para su electricidad.
En concreto, Senegal se prepara para beneficiarse de una financiación colosal de 2.500 millones de euros, es decir, aproximadamente 1.630 millones de francos CFA.
Este anuncio llega en un momento crucial, ya que se celebra en Azerbaiyán la 29ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.
Este programa, llamado “Asociación para una transición energética justa” (JETP), representa mucho más que una simple inyección de capital.
Representa una alianza estratégica entre Senegal y varias naciones desarrolladas, incluidas Francia, Alemania, el Reino Unido, Canadá y la Unión Europea.
El objetivo es ambicioso: permitir que Senegal alcance el 40% de su capacidad eléctrica a partir de energías renovables de aquí a 2030.
La reciente transición política en Senegal ralentizó temporalmente las negociaciones de este programa, concluido inicialmente en junio de 2023 bajo la presidencia de Macky Sall.
Sin embargo, según Rémy Rioux, director general de la Agencia Francesa de Desarrollo, el nuevo gobierno de Bassirou Diomaye Faye debería confirmar su compromiso con este proyecto, sobre todo si su partido gana las elecciones legislativas del 17 de noviembre.
Tenga en cuenta que esta iniciativa es parte de una política para responsabilizar a los países industrializados del cambio climático.
De hecho, estas naciones, los principales emisores de gases de efecto invernadero, están comprometidas a apoyar financieramente a los países en desarrollo en su transición hacia energías más limpias.
Senegal, que actualmente depende de los combustibles fósiles para su producción eléctrica, se suma a otros países como Sudáfrica, Indonesia y Vietnam, que ya han firmado acuerdos similares.
La implementación de este programa quinquenal representa un gran desafío para Senegal, pero también una oportunidad única para modernizar su infraestructura energética.
Más allá de los aspectos puramente financieros, esta asociación demuestra una conciencia colectiva sobre la emergencia climática y la necesidad de una acción concertada a escala global.