Con un centímetro de longitud, este ortóptero es “muy representativo de la fauna que encuentra refugio en la Grande Cariçaie”, explica el director de la asociación, Michel Baudraz, en el último número de su publicación bianual l’Echo des Roseaux. “Es discreta, nada espectacular y está presente en grandes cantidades, aunque se la considera en peligro de extinción en toda Suiza”.
Un verdadero as del camuflaje, el tetrix de las llanuras fangosas (Tetrix ceperoi) vive en áreas fangosas alrededor de cuerpos de agua. “Es un habitante emblemático de sitios pioneros: entornos recientemente perturbados por acontecimientos naturales (inundaciones, deslizamientos de tierra, etc.), por animales (pisoteo de jabalíes) o por el hombre (paso de máquinas)”, especifica la publicación.
Hábitat sostenible
Se realizó un seguimiento sistemático de la especie durante los periodos 2019-2020 y 2021-2023. “El porcentaje de estaciones ocupadas por Mud Flat Tetrix en comparación con las mismas estaciones encuestadas en 2019-2020 fue del 102% en 2021, del 50% en 2022 (año después de la inundación excepcional del verano de 2021) y del 117% en 2023, lo que sugiere un aumento. en las poblaciones”, indica este informe.
Las perspectivas de futuro parecen prometedoras para este insecto. Aunque los principales hábitats que coloniza no se crean de forma voluntaria, su sostenibilidad parece estar asegurada gracias a las habituales medidas de mantenimiento vigentes en las marismas, señala la asociación.
“Mientras esta pequeña langosta lucha en otras partes de Europa, su alentador desarrollo en la orilla sur del lago Neuchâtel subraya aún más la importancia de la Grande Cariçaie para su conservación a nivel nacional”, se felicita la asociación. El seguimiento de Mudflat Tetrix continuará en el futuro, y la especie se clasificará como prioridad en la reserva natural.
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