Los manifestantes querían llevar la voz de “un pueblo que se mantiene firme”. Varios miles de personas, según la AFP, marcharon el domingo en París durante una nueva movilización contra el alto coste de la vida en el extranjero.
Formando una larga procesión marcada con el color rojo, símbolo de la movilización, los movilizados respondieron al llamado de las asociaciones antillanas, canacas y de muchas personas de la diáspora en el extranjero. El desfile partió de la plaza Denfert-Rochereau para llegar al Ministerio de los Territorios de Ultramar.
La procesión partió al son de la música antillana después de ser alentada por el rugido de los motores de una cincuentena de motocicletas, estacionadas cerca del jefe de la manifestación.
Al frente del desfile caminaba Rodrigue Petitot, figura del movimiento contra el alto coste de la vida en Martinica, y al frente de la Manifestación por la Protección de los Pueblos y Recursos Afrocaribeños (Rpprac), ya presente durante la manifestación del pasado domingo. .
“Esta vez han demostrado que el pueblo está en armas y que las cosas no se calmarán a menos que encontremos soluciones reales”, afirmó Rodrigue Petitot.
“Nos vemos obligados a volver a las calles una vez más”
André Bazin, presidente de la asociación Ultramarin Doubout, lamentó “no haber sido nunca escuchados”: “Lamentablemente nos vemos obligados a volver a las calles una vez más”.
Las negociaciones resultantes de la movilización que desembocaron en un acuerdo para bajar los precios de unos 6.000 productos alimenticios no cambiaron nada.
Desde septiembre, Martinica se ve afectada por un movimiento contra el alto coste de la vida que ha degenerado en disturbios urbanos y violencia, principalmente nocturna.
Las negociaciones resultantes de la movilización, que reunieron a funcionarios electos locales, servicios estatales franceses, actores económicos y activistas, llevaron a un acuerdo para bajar los precios de alrededor de 6.000 productos alimenticios en un “20% de media”, pero el movimiento que originó la movilización se negó a firmarlo por considerar insuficiente el número de productos afectados.