Después de una mejora a principios de 2024, el déficit comercial francés está empezando a aumentar de nuevo, alcanzando la suma de 8.100 millones de euros en septiembre, según un comunicado de prensa de la aduana francesa del viernes 8 de noviembre.
Esta disminución fue particularmente visible entre febrero y el verano de 2024, antes de que el déficit comenzara a deteriorarse en el tercer trimestre. Si las cifras francesas parecían mejores en febrero de 2024 después de dos años de déficit comercial con puntuaciones catastróficas en 2022 y 2023, en septiembre el déficit ascendió a 8.100 millones de euros, lo que supone un aumento continuo desde julio, cuando alcanzó los 6.700 millones de euros, y agosto, cuando alcanzó el valor de 7,4 mil millones de euros.
Este nuevo deterioro del déficit en septiembre se debe a un creciente desequilibrio entre importaciones y exportaciones: las importaciones aumentaron en 500 millones de euros, alcanzando un total de 57 mil millones de euros, mientras que las exportaciones disminuyeron en 200 millones, para un total de 48,9 mil millones de euros.
Más precisamente, en septiembre, el balance energético se deterioró en 100 millones de euros, alcanzando los 4.500 millones de euros después de varios meses de mejora continua. Un ligero aumento de las importaciones de energía, mientras que las exportaciones se mantuvieron estables, ayuda a explicar este deterioro. En otros sectores, el aumento del déficit continuó con un déficit de 5.200 millones de euros en septiembre frente a los 4.600 millones del mes anterior. Esta ampliación del déficit no energético es en gran medida resultado del aumento de la brecha entre las importaciones y exportaciones de productos manufacturados.
Acumulando los datos del año 2024 hasta septiembre, el déficit total de Francia se sitúa en 82,4 mil millones de euros. Así, en un período de 12 meses, las cifras de las aduanas francesas revelan una mejora con respecto a años anteriores, a pesar de las dificultades recientes.
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