“El ayuntamiento de París, sorprendido robando bicicletas”, denuncia un internauta en su cuenta X. Esta acusación surge tras un vídeo grabado el jueves 7 de noviembre en el distrito 14 de la capital. En esta breve secuencia, dos agentes municipales, trituradora en mano, liberan las bicicletas de sus candados antes de acercarlas a su furgoneta y depositarlas en el contenedor de basura situado en la parte trasera del vehículo.
“La primera bicicleta que se trajo a la camioneta está en mal estado (llantas pinchadas) pero todas las demás que se traen a la camioneta están en excelentes condiciones. Entonces se llevaron una bicicleta en mal estado y otras ocho en funcionamiento”, asegura quien publicó el vídeo. ¿Es esta escena, filmada alrededor de las cuatro de la tarde en la calle Gassendi, lo que parece?
El municipio se apresuró a fijar esta publicación para restablecer la verdad. “Obviamente esto no es un robo. Estas acusaciones son graves y dañan directamente la imagen de nuestros agentes”, denunció en primer lugar la ciudad de París antes de dar explicaciones sobre esta operación. “Estas bicicletas han sido denunciadas en varias ocasiones como destrozadas y los servicios simplemente hicieron su trabajo”, justifica el ayuntamiento, precisando que ha investigado dicho vídeo.
En efecto, tras la conclusión de un “protocolo de actuación común entre los servicios municipales de limpieza y la jefatura de policía”, se realizan dos veces al mes rondas de retirada de bicicletas y vehículos de dos ruedas destrozados en cada uno de los distritos de París. Cada año se retiran de las aceras de la capital casi 3.000 bicicletas abandonadas.
En el caso de las bicicletas abandonadas en la vía pública, “consideradas irreparables” y cuyo propietario no puede ser identificado, los agentes de policía las califican automáticamente de escombros. “Los restos de la bicicleta se convierten en residuos y pueden ser recogidos por los servicios de limpieza. Los restos de bicicletas se envían luego a un centro de reciclaje y luego a los canales tradicionales de reciclaje de metales”, describe el municipio en su sitio web.
Si la bicicleta abandonada está “en proceso de destrucción”, una pegatina alerta a su propietario de que si no recupera su bicicleta en un plazo de dos o tres semanas, el vehículo de dos ruedas correrá la misma suerte. Por último, en el caso de una bicicleta estacionada durante mucho tiempo en el mismo lugar pero cuyo propietario es identificable gracias a un código “FUBICY” o a una matrícula, el camión de auxilio la considera en proceso de abandono. “La policía se pondrá en contacto con el propietario para pedirle que mueva su bicicleta”, indica el ayuntamiento. Si el propietario del vehículo de dos ruedas no se acerca o no mueve su bicicleta, la policía se la confisca.