Para analizar las cuestiones que están en juego en esta negativa y volver al clima en el que se desarrollaron los debates en torno a esta reforma, el director general de Retraites Populaires, Eric Niederhauser, responde a nuestras preguntas.
¿Cuál es su sentimiento general ante este rechazo a la reforma?
Eric Niederhauser: Más que el rechazo en sí, que teníamos derecho a esperar teniendo en cuenta las encuestas realizadas anteriormente, lo que me sorprende es más bien la enorme proporción de votos en contra. También sigo dividido, por no decir decepcionado, por el clima en el que se desarrollaron los debates en torno a este proyecto de reforma. Como muchos otros, noté que la mayoría de la gente ya no entendía nada de las discusiones e intercambios realizados sobre el tema, debido a las numerosas confusiones que sembraban una gran confusión entre la población. Creo que el debate se ha visto contaminado, en parte por los defensores del no, por ejemplo con aspectos anecdóticos o fuera de tema, como la invocación de los costes de gestión de inversiones vinculados a las pensiones profesionales. A esto se suma también una guerra de números que ha añadido confusión.
Con este no, ¿quiénes son los grandes perdedores en estas votaciones y cuáles son las consecuencias que deben afrontar?
Las personas que trabajan a tiempo parcial y los que ganan salarios bajos son los principales excluidos, o al menos mantenidos fuera del sistema de bienestar actualmente en vigor. Este segmento de la población debe ser particularmente proactivo e informado sobre los problemas y soluciones relacionados con su provisión de pensiones. Esto depende, por un lado, de una posición de anticipación y de acciones tomadas individualmente, como la creación de un tercer pilar, por ejemplo, sin liberar la presión sobre las especificidades que rigen la LPP.
Tras la negativa, el tema de la reforma de la LPP corre el riesgo de esperar varios años antes de volver a las votaciones. ¿Está en peligro el segundo pilar?
No, no creo que puedas decirlo en peligro. Sin embargo, los fondos de pensiones tendrán que seguir adaptándose, implementando soluciones para compensar el rechazo de la reducción del tipo de conversión. Los fondos ya han podido demostrar que son capaces de adaptarse y la mayoría ya lo ha hecho. En definitiva, todo es una cuestión de equilibrio. La de la LPP se basa en dos fuentes de oferta, a saber, las contribuciones y los rendimientos generados por las inversiones, y un flujo de producción, a saber, los servicios prestados. Al mantener una tasa de conversión y beneficios demasiado altos, las instituciones que aún deben tomar medidas podrán hacerlo aumentando las contribuciones o reduciendo los intereses adicionales pagados sobre los activos.
¿Cómo afecta esto a los actores económicos y cuáles son las responsabilidades de un empleador en términos del plan de bienestar?
Las empresas tienen un importante papel de responsabilidad social que desempeñar. Si el marco legal ya prevé planes de pensiones mínimas, el objetivo es incentivarlos en la medida de lo posible a suscribir planes más eficientes. Además del beneficio social que supone este enfoque, también se trata de poder contar con beneficios adicionales a su salario como empleador. Esto es particularmente relevante en el contexto de la escasez de mano de obra calificada que caracteriza actualmente al mercado laboral. Ofrecer un plan de pensiones atractivo se convertirá en un argumento cada vez más predominante a la hora de retener y contratar talento.
Ofrecer un plan de pensiones atractivo se convertirá en un argumento cada vez más predominante a la hora de retener y contratar talento.
¿Este impulso debería provenir también de los asegurados?
Por supuesto. En este sentido, no podemos más que animar a los empleados a adoptar una posición proactiva de cara a conocer el plan de pensiones de su empleador. Solemos considerarlo como un aspecto fijo en el contrato de colaboración. Pero este no es el caso. Los órganos paritarios previstos por el marco legal deben cumplir precisamente esta finalidad en el seno de las empresas.
Sin embargo, en realidad este debate parece inexistente.
Y eso es una pena. Porque estos intercambios dentro de las empresas son completamente legítimos. Parte del problema es que hay poca o ninguna información y conocimiento disponible para los afectados. A menudo, los delegados que representan al personal no son capaces de comprender todos los engranajes y palancas de acción que caracterizan el funcionamiento del sistema de pensiones profesionales. Deberíamos poder remediar esto. Porque si el aspecto incentivador para los empresarios sigue siendo importante, el de la información y la proactividad de los empleados es igualmente importante. En este sentido, es importante obtener información para entender este tema para poder reclamar una mejora en las condiciones previstas en un plan de pensiones. Es responsabilidad individual de todos.