“¡Qué noche!” Es en estos términos ligeramente irónicos que la jueza Blandine Arrial resumió los hechos que ocuparon el tribunal penal el miércoles 6 de noviembre. Se remontan al 26 de marzo, en Saint-Affrique.
Poco antes de medianoche, un hombre de treinta años llamó a los bomberos y luego a la policía. Según los informes, estalló una discusión con su pareja. Ella supuestamente lo golpeó varias veces y lo amenazó con “Córtate el cuello con un cuchillo”…
Cuando llega la policía, el apartamento se encuentra en mal estado y los rostros de los dos protagonistas están marcados. Al separarlos, la policía restablece la calma. Pero no por mucho tiempo. Mientras le dicen a la joven que debe ser transportada al hospital, ella se enoja.
Borracha, insulta copiosamente a los soldados. Cinco de ellos trabajarán juntos para controlarla y llevarla a la fuerza a urgencias. Luego recibirán varias patadas en el estómago. Después de una noche aleccionadora, lo admitirá todo, sin disculparse realmente. “Todos los policías son idiotas…”no duda en decir.
El miércoles, ante el tribunal, ella no se presentó a responder por estos hechos. Se mudó a Bretaña y estaría sujeta a diversos problemas de salud… Allí solo estaba su expareja. También tuvo que responder por violencia doméstica: según su expareja, esa noche la golpeó varias veces.
“Tenía mucho miedo por mi vida”
El hombre, condenado en 2022 por tráfico de drogas en su ciudad natal, Saint-Affrique, lo negó todo. “Simplemente lo empujé, temía mucho por mi vida, no sabía qué hacer: ¡esa noche recibí entre 30 y 40 golpes en la cabeza con una botella!”. dijo, antes de ser interrogado por el tribunal.
“No agregue más, señor”.le dijo el presidente Blandine Arrial, antes de dejarlo en libertad por motivos de legítima defensa… Su expareja deberá cumplir una pena de nueve meses de prisión. Se pueden trasladar en forma de vigilancia electrónica, o bajo pulsera. Y, sobre todo, se prohíbe el contacto a los dos ex cónyuges durante un período de cinco años. Los gendarmes, víctimas de la violencia, se beneficiaron de una indemnización de 500 euros.