Las capitales de Senegal, Mali y Mauritania están comprometidas en una lucha común para proteger a Falémé frente a las diversas amenazas que pesan sobre ella. Esta iniciativa de cooperación fue anunciada durante una reunión entre los ministros de Medio Ambiente de Malí y Senegal, en paralelo a la COP16 que se celebra en Colombia.
La contaminación del Falémé, importante afluente del río Senegal, ha despertado la sensibilización al más alto nivel entre las autoridades senegalesas, malienses y mauritanas. Este problema medioambiental, exacerbado por la minería de oro, el dragado y el uso de productos químicos, ha llevado a los ministros de Medio Ambiente de los tres países a considerar acciones conjuntas para salvar esta vía fluvial vital.
El ministro maliense de Medio Ambiente, Saneamiento y Desarrollo Sostenible, Mamadou Samaké, y su homólogo senegalés, Daouda Ngom, discutieron este tema al margen de la COP16 en Cali, Colombia.
Según Daouda Ngom, la contaminación del Falémé no sólo genera dramáticos efectos ecológicos, sino también socioeconómicos y sanitarios. Subrayó que Senegal, después de haber emitido un decreto que prohíbe la explotación de oro en el lecho del río y a 500 metros de sus orillas, no puede resolver este problema por sí solo. “ Senegal no puede tomar una decisión que prospere sin Mali“, aclaró, recordando que Falémé es un recurso compartido.
Por su parte, Mamadou Samaké expresó la necesidad de una coordinación regional para salvar a Falémé, involucrando también a Mauritania, otro actor clave. Subrayó que la voluntad política era evidente en los niveles más altos de ambos países, con acciones concretas ya implementadas, como la prohibición del dragado en el nuevo código minero de Malí, que prohíbe cualquier actividad minera de oro en los cursos de agua del país. . Esta iniciativa estuvo acompañada de visitas de campo para verificar la aplicación de estas medidas.
Los dos ministros discutieron la posibilidad de crear un proyecto intergubernamental destinado a descontaminar el Falémé, con la creación de un observatorio que permitirá un seguimiento más riguroso del estado del río.
La televisión maliense retransmitió estas declaraciones, subrayando el compromiso de las dos naciones con la gestión sostenible de este recurso compartido.
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