El adolescente de 15 años que murió el sábado tras haber sido gravemente herido por un disparo en la cabeza durante un tiroteo en Poitiers, es una “víctima colateral” que no tenía “ningún problema con la delincuencia”, según su familia, que deplora las “amalgamas”. ”.
Este tiroteo, que también dejó cuatro heridos, todos ellos menores, se produjo el jueves por la noche frente a un restaurante de kebab de la ciudad, mientras una velada de Halloween organizada por una asociación reunía a numerosos jóvenes en las inmediaciones.
“No hay problema de morosidad”
“Anis no tuvo ningún problema de morosidad ni nada. Era un buen chico, educado en primer grado en el instituto Saint-Jacques de Compostelle de Poitiers, que jugaba al fútbol y a la natación”, afirmó el domingo Yasmina Djoudi, abogada de la madre del adolescente.
El barrio de Couronneries, clasificado como prioritario en la política municipal, estaba “aquella noche lleno de gente. Era la noche de Halloween, hacía buen tiempo, era víspera de un fin de semana largo”, añade el abogado. El adolescente “le dijo a su madre que iba a comprar un bocadillo antes de irse a casa. Y le dispararon. »
La fiscalía y la policía moderan las declaraciones de Retailleau
Al comentar los hechos el viernes por la mañana en “BFMTV/RMC”, el Ministro del Interior, Bruno Retailleau, declaró que después del tiroteo se produjo “una pelea entre bandas rivales” entre “varios centenares de personas”. “Las “narcoracailles” ya no tienen límites […] Estamos en un punto de inflexión”, añadió. Sin embargo, según la policía y la fiscalía, en los breves enfrentamientos sólo participaron unas pocas decenas de personas entre la multitud presente.
“Mientras su único hijo, a quien criaba sola, estaba entre la vida y la muerte, esta madre no sólo no recibió palabras, ningún apoyo de las autoridades, sino que también tuvo que soportar información falsa, dando a entender que su hijo era parte del narcotráfico. trata”, lamenta el abogado. Posteriormente, la alcaldesa ecologista de Poitiers, Léonore Moncond’huy, se puso en contacto con ella.
“No es que vivamos en un barrio obrero que no tenemos derecho a salir, a vivir. Según ellos, la gente debería quedarse “estacionada” en casa para mostrar sus credenciales”, continúa la abogada Yasmina Djoudi. Según la fiscalía, el presunto tirador “se habría dedicado a la venta de estupefacientes” en el barrio “durante los días anteriores”. Según información de parisinoel sospechoso se encontraba bajo supervisión judicial en el marco de un caso de posesión de armas investigado en Marsella.