Se trata de una auténtica tiendita ambulante que este joven de 23 años, residente en Ornans, trajo consigo este sábado 26 de octubre al Lons Electronic Festival, un festival de música techno organizado en Juraparc.
Patrocinado por sus proveedores del distrito Planoise de Besançon, con los que trabajaba habitualmente, el joven tuvo que revender el mayor número posible de medicamentos de todo tipo a una clientela cautiva que tuvo la oportunidad de conocer en este tipo de eventos. Llevaba encima todo un surtido de estupefacientes (cocaína, crack, LSD, MDMA, barritas de resina de cannabis, bolsas de setas alucinógenas, GHB o pastillas de éxtasis, etc.).
Una sala dedicada al cultivo de cannabis
Sobre las 02:40 horas, el comportamiento de una amiga que la acompañaba llamó la atención de los servicios de seguridad del festival. La policía interviene. Luego, mientras estaba bajo custodia policial, llevaron a cabo un registro en la casa del hombre, en Doubs. Allí, los gendarmes descubrieron una sala entera dedicada al cultivo de cannabis, su envasado, la recogida de semillas y la elaboración de dulces…
“Me obligarían a hacer más y más…”
En el tribunal de Lons-le-Saunier donde compareció este jueves 31 de octubre, el acusado admitió los hechos. ¿El por qué? “No tuve otra opción”, explica. Temía que mis patrocinadores atacaran a mi pareja. Tenía miedo y me obligaban a hacer más y más…”
Proveedores que no denuncia. Sólo los conoce por sus apodos… Venían regularmente a Ornans para entregarlo, recoger los bienes no vendidos y el dinero. Un verdadero negocio organizado.
Así, visitó varios festivales y fiestas tecno, para financiar su consumo personal y, al mismo tiempo, “para ganar un poco de dinero”. “. Y en una velada como la del festival Lons, generó unos ingresos de unos 3.000 euros.
Enorme consumo
Tenía 13 años cuando empezó a consumir drogas. Hoy en día, admite fumar unos diez porros al día, entre 10 y 20 gramos. Un consumo “enorme” para la Fiscalía que, pese a todo, valora la sinceridad de las explicaciones del acusado y su reconocimiento de todos los hechos. Chancenot, su abogado, señala que desde hace una década no ha sido procesado por tisis, sino sólo por los actos cometidos aquella tarde de octubre en Lons-le-Saunier. Insiste en que el tribunal ayude a su cliente a “salir de este círculo vicioso en el que se ha encerrado”.
El tribunal condena al acusado a 18 meses de prisión, 12 de los cuales en régimen de libertad condicional. Los seis meses de prisión irán acompañados del uso de una pulsera electrónica en casa.
De acuerdo con nuestra carta editorial, la identidad de los acusados se revela para sentencias de al menos un año de prisión con orden de prisión preventiva o de dos años de prisión sin orden de prisión preventiva.
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