Australia, una de las mayores potencias mineras del mundo, anunció el jueves que planea utilizar gas natural más allá de 2050, afirmando que su dependencia de esta energía fósil no le impedirá alcanzar emisiones netas cero en los próximos 30 años.
La ministra responsable de este sector, Madeleine King, declaró que el gas “seguirá siendo una importante fuente de energía” en Australia, lo que despertó la ira de los defensores del medio ambiente que lo consideran una “catástrofe” para el clima. “El gas es necesario para 2050 y más allá” y respaldará la economía y proporcionará estabilidad a la red eléctrica del país a medida que aumente el uso de energía renovable, afirmó King.
El primer ministro Anthony Albanese defendió la estrategia el jueves y dijo que no pondría en peligro los compromisos climáticos de Australia. “Es consistente con la posición que hemos adoptado durante mucho tiempo: mi gobierno está comprometido con un futuro con cero emisiones netas”, dijo en una conferencia de prensa. “Producir electricidad a partir de gas es algo que favorece la (energía) renovable”.
Los grupos ambientalistas han desacreditado el proyecto. Para Jennifer Rayner, de la organización australiana Climate Council, Canberra debe elegir entre el gas y las energías renovables. “Él no puede (elegir) ambas cosas”, dijo. “Más gas es una mala apuesta que va en contra de un futuro climático seguro y una economía limpia y próspera”.
Gavan McFadzean, portavoz de la Fundación Australiana para la Conservación, afirma que el plan del gobierno es un “desastre” para el clima y debería abandonarse. “El gas es un combustible fósil extremadamente contaminante cuya combustión potencia los incendios forestales, el blanqueamiento de los corales y las inundaciones en Australia y en todo el mundo”, respondió. “Reemplazar un combustible fósil por otro no constituye una transición hacia la energía limpia”.
Australia seguirá suministrando gas al extranjero en el marco de este plan, que también prevé la exploración y explotación de nuevos yacimientos de gas. Las exportaciones de gas natural licuado aportaron a Australia unos 56.000 millones de euros en 2023, según datos del gobierno. El gas también representa casi un tercio del consumo energético del país oceánico, frente a alrededor del 8,9% de las energías renovables. Canberra se ha comprometido a alcanzar cero emisiones netas para 2050 y en abril esbozó un plan de inversión en energía verde.
