Una serie de tormentas azotó varios departamentos del suroeste, en particular Lot y Garona.
Las lluvias, y especialmente el granizo, causaron importantes daños a los agricultores.
En Monbahus, algunos han perdido su cosecha y están preocupados por los años venideros.
El cielo cayó sobre sus cabezas. En cualquier caso, ésta es la impresión de los habitantes de Lot y Garona. El 5 de mayo, lluvias torrenciales y granizo tardaron sólo unos minutos en devastar los campos de trigo de Damien Raymond, situado en Monbahus. En total, se pierde el 60% de su cosecha. “Es una catástrofe, nos cayó encima una inundación. En un cuarto de hora hemos destruido el trabajo de todo el año”.se arrepiente
Daño a largo plazo
Cientos de miles de pequeños granizos cayeron y segaron espigas o ciruelas en otra finca, a pocos kilómetros de distancia. Y esta es la segunda vez en menos de un mes. “Es un año en el que no ganaremos nada” lamenta, en el vídeo de las 20 h en TF1, Adrien Gaignoux, productor de ciruelas de Monbahus.
Las lluvias también causaron daños a largo plazo. La lluvia arrasó los campos e inundó algunas parcelas. Después de dos años de heladas y episodios de sequía en verano, esta vez son las tormentas las que ponen en peligro los cultivos, dejando a los agricultores indefensos ante fenómenos meteorológicos cada vez más frecuentes y violentos.
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