lLa semana pasada, el vicecanciller y ministro alemán de Economía y Clima, Robert Habeck, abrió la puerta a la inclusión en el decimocuarto paquete de sanciones contra Rusia -actualmente en negociación- de una prohibición total de importación y transbordo de gas natural licuado ( GNL) en puertos europeos. El año pasado, la UE todavía importó 43 mil millones de m3 del gas ruso, o el 14,8% de su suministro: 25 mil millones de m3 habían llegado por gasoductos y 17,8 mil millones de m3 por los transportistas de GNL. España, Francia y Bélgica son los principales importadores de GNL ruso.
Este viernes, el consejo de ministros restringido (“kern”) decidió sumar su voz a la de Alemania al anunciar su apoyo a la eliminación gradual del transbordo de GNL ruso en la UE. Bélgica, sin embargo, pide que esta eliminación garantice “condiciones justas de competencia” dentro de la UE y no comprometa “la seguridad del suministro y el poder adquisitivo”. La ministra de Energía, Tinne Van der Straeten (Groen), reunirá a las partes pertinentes “para analizar el impacto de la eliminación”. En este caso, el gestor de la red de transporte de gas natural, Fluxys, está vinculado por un contrato de veinte años con la empresa rusa Yamal LNG para transbordar y almacenar GNL ruso –la mayor parte del cual luego se reexporta a Asia– en su terminal de GNL de Zeebrugge. . Fluxys ha repetido repetidamente que, en ausencia de sanciones a nivel belga o europeo, la empresa estaba “obligada a respetar este contrato”, añadiendo que “si algún día se impusieran sanciones, Fluxys haría todo lo posible para respetarlas”.
