En la noche del sábado 14 al domingo 15 de septiembre, mientras se encontraban en su cabaña, tres cazadores de patos y un niño de tres años fueron atacados por unos sesenta inmigrantes que acudieron a luchar en la marisma de Tardinghen (Pas-de-Calais), informó France 3 Hauts-de-France. De hecho, la policía había impedido a estos inmigrantes cruzar el Canal de la Mancha en dirección a Inglaterra, después de la alerta dada por los cazadores.
Armados con machete y barras de hierro, estas decenas de hombres atacaron los vehículos de los cazadores, destrozando parabrisas y robando sus objetos personales, antes de dirigirse hacia el refugio donde se habían atrincherado los cazadores. Los migrantes lograron romper una ventana de la choza y uno de ellos decapitó a un pato que graznaba en el interior. Finalmente, la puerta del refugio resistió hasta la llegada de la policía a primera hora de la mañana. Ésta logró sacar a los cazadores y al niño de tres años, que no se percató de la gravedad de la situación.
Más después de este anuncio
Contactado por los medios locales este domingo, día de apertura de la cacería, Willy Schraen, presidente de la Federación Nacional de Cazadores, saludó la actitud de los tres cazadores: “Están bajo una presión enorme y afortunadamente no reaccionan exageradamente, aunque tengan un arma en la mano”. También indicó que no era la primera vez que los cazadores daban la voz de alarma de esta manera: “Cuando vemos mujeres, niños, bebés que son enviados al matadero en estos Zodiacs, es nuestro papel alertar a la policía (…) Desde este verano, hemos vivido una decena de situaciones similares entre Calais y Le Touquet”.
