El jueves 19 de septiembre, la justicia juvenil (PJJ) se declaró en huelga por tercera vez desde agosto. El motivo de la protesta fue la no renovación de los contratos de varios centenares de trabajadores. La intersindical contabilizó 500, pero el ministerio estima que son la mitad. Defiende una decisión relacionada con un exceso de contrataciones durante el año, que ha sacado a la administración de sus previsiones presupuestarias.
Los agentes del PJJ movilizados hablan de un mal más profundo. En octubre de 2023, el sindicato SNPES-FSU-PJJ había publicado un comunicado de prensa después de una reunión con el departamento de protección judicial de la juventud (DPJJ). En él se mencionaba “La pérdida de sentido se siente con fuerza entre un número cada vez mayor de colegas” y de la “sufrimiento en el trabajo”.
“Hoy estamos lejos de nuestras misiones”
Estas palabras salen hoy de boca de profesionales con los que La Nueva República intercambiado. “Teníamos una libertad de acción en nuestro trabajo que nos resultaba más interesante y sobre todo, centrábamos nuestra actividad en la atención a los adolescentes. Hoy estamos lejos de nuestras misiones”Lamenta en particular la pérdida de Béatrice Briout, secretaria general de la Unsa-PJJ y durante cuarenta años en esta administración poco conocida. “Nos hemos vuelto administrativos, jerárquicos y eso cansa a todos”.
¿Se trata de una cuestión de medios? El presupuesto global del PJJ aumenta: 736,6 millones de euros de créditos en 2020, 950 en 2024. Con la clave para la creación de varias decenas de puestos en equivalentes de tiempo completo. Pero para el sindicato SNPES-FSU, “Es el confinamiento el que se beneficia de un beneficio considerable”en detrimento de un despliegue “Hacia unidades de alojamiento educativo, entornos abiertos e integración”.
¿Se trata de una cuestión de personal? En su dictamen sobre el proyecto de ley de finanzas para 2023, el Senado expresó su preocupación “una tasa de vacantes del 6% y un alto nivel de rotación en varios puestos difíciles”. “Aunque cada año se crean nuevos puestos, los informes presupuestarios han demostrado en los dos últimos años que no se han cubierto todos”.Él estimó.
“La carga de trabajo ha aumentado”
“Ha habido un deterioro flagrante con la implementación del código de justicia penal juvenil (CJPM) »dice un educador, que se unió al PJJ hace unos diez años. El objetivo declarado, “Agilizar los procesos penales y fortalecer el apoyo que brinda la PJJ a los jóvenes infractores”. En el centro del código se encuentra la aceleración del procedimiento –antes sin límite de tiempo–, organizado en tres etapas: audiencia para examinar la culpabilidad ante el juez de menores (de diez días a tres meses después de la remisión al tribunal); período de prueba escolar (de seis a nueve meses después de la declaración de culpabilidad); audiencia para pronunciar la sanción al final de este período.
“La carga de trabajo ha aumentado con la creación del CJPM. El control judicial es más importante y deja menos tiempo para que los educadores trabajen”defiende Béatrice Briout. “Hay más público, más papeleo. El CJPM refleja la evolución de una sociedad que quiere ir cada vez más rápido, que también puede ir más rápido en los medios para demostrar que funciona”.Apoya a Martine Ravineau, psicóloga recientemente jubilada del PJJ. “Aumenta el trabajo administrativo y los informes educativos a entregar, añade Eric Achard, secretario general de Interco CFDT Justicia. Como educadora, tengo que rendir cuentas cada vez que tengo que cumplir un plazo. Esta carga de trabajo no se ha visto compensada ni por la creación de puestos de trabajo ni por los estándares de cantidad de jóvenes acogidos”.
Mientras se espera aún el proyecto de ley de finanzas para 2025, los sindicatos han renovado sus reivindicaciones de creación de empleo y de cobertura de los puestos vacantes. También han pedido ser recibidos por Michel Barnier, el nuevo primer ministro. ” lo antes posible “.