Reservada a los equipos de waterpolo desde finales de julio, la piscina de La Courneuve ya está abierta al público. El objetivo es acoger a todos los públicos en este centro de casi 4.600 metros cuadrados de instalaciones.
Los Juegos Paralímpicos terminarán este domingo por la noche, pero su legado ya está muy presente, sobre todo en Seine-Saint-Denis. En La Courneuve, el centro acuático ha encontrado un nuevo público.
Campo de entrenamiento de los equipos de waterpolo desde finales de julio, ha abierto sus puertas este miércoles para los vecinos del departamento, visiblemente encantados.
“Increíble”, “es genial”, gritan los niños al borde del agua. “No es solo una piscina, es una zona de relajación con hammam, sauna. Hay gimnasios. Está todo concentrado en uno”, se alegra un bañista.
Un sitio excepcional de importantes dimensiones con 4.600 metros cuadrados de instalaciones, incluidos 1.600 dedicados a deportes acuáticos.
Acogiendo a todos los públicos
El objetivo de este centro es acoger a todos los públicos. “Recibiremos a una clientela de nadadores, así como a los bebés nadadores en el espacio de bienestar para que puedan relajarse. Por 4,50 euros, se podrá venir a esta piscina y por 3,50 euros para los menores de 18 años, los estudiantes y las personas que reciben prestaciones sociales mínimas”, explica Fabienne Desbiolles, directora regional de Vert Marine.
De los 300.000 usuarios que se esperan cada año, la piscina cuenta con la llegada de numerosos grupos escolares en un departamento donde muchos niños nunca han aprendido a nadar.
«Uno de cada dos niños que empiezan el sexto grado no sabe nadar. Por eso, en nuestra ciudad hay escasez de piscinas y, gracias a esta instalación, podremos disponer de una piscina completamente nueva», afirma Oumarou Doucouré, primer teniente de alcalde de La Courneuve.
Gracias a los Juegos Olímpicos, Seine-Saint-Denis recibió cuatro nuevas piscinas en su territorio.
Nicolas de Roucy con Emma Forton
