En un enfoque innovador de prevención, la ciudad de Metz ha decidido instalar plazas reservadas exclusivamente a mujeres en algunos de sus aparcamientos públicos. Una iniciativa que se presenta como un gesto a favor de la seguridad de las mujeres.
Una medida que debería contribuir a luchar contra la inseguridad. Esta semana se han instalado diez plazas de aparcamiento reservadas a las mujeres en un aparcamiento de la ciudad de Metz (Mosela), según informa Le Républicain Lorrain el sábado 21 de septiembre. Estas nuevas plazas de aparcamiento pintadas de amarillo están situadas cerca de las salidas y de zonas bien iluminadas y van acompañadas de carteles con un pictograma de una mujer encima de la inscripción “plaza reservada a las mujeres”.
Al anunciar la creación de estos espacios, el municipio de Metz explicó que quería garantizar la seguridad de las mujeres en los espacios públicos. El pasado mes de agosto, una mujer de treinta años fue víctima de un intento de violación en un aparcamiento de la ciudad. La iniciativa fue propuesta entonces por el ex alcalde de LR, François Grosdidier, que también quería revisar la cuestión de la videovigilancia en los aparcamientos subterráneos.
Reacciones encontradas
Aunque algunos aplauden la iniciativa, otros la consideran ineficaz. Para el presidente del grupo de izquierdas “UNIS pour Metz” y líder de la oposición, Jérémy Roques, esta propuesta es sólo una “medida de muestra”. “Estos espacios no resuelven el problema de la seguridad en los aparcamientos. La solución debe pasar por la presencia humana y la vigilancia de los aparcamientos por la noche”, considera.
La medida, que por el momento es experimental, debería afectar a unas cincuenta plazas repartidas en varios aparcamientos públicos. El municipio prevé evaluar su eficacia al cabo de unos meses, observando en particular si estas plazas han sido efectivamente utilizadas por mujeres y si su presencia mejora su sensación de seguridad.
Si bien la cuestión del lugar de las mujeres en los espacios públicos está en el centro de los debates sociales, Metz se suma a otras ciudades europeas, especialmente en Alemania y Luxemburgo, donde ya existen tales lugares.