Hidrógeno “verde” de TES Canadá, el gran engaño

Hidrógeno “verde” de TES Canadá, el gran engaño
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TES Canada (vinculada a Power Corporation) quiere implementar un enorme proyecto de producción de hidrógeno de 4G de dólares en Mauricie, acompañado de un parque de 800 MW (140 turbinas eólicas) y 200 MW de paneles solares. A esto se suma un bloque de 150 MW de electricidad de Hydro-Québec que Fitzgibbon les ha reservado mientras nos molesta con su lavavajillas y la temida escasez de electricidad.

El hidrógeno producido se transformaría principalmente en gas reformado y luego se vendería a Énergir.

Este proyecto se presenta como un proyecto de descarbonización para la transición energética cuando es todo lo contrario. Se trata más bien de una vasta operación de relaciones públicas que equivale a un gran engaño y que oculta el olor a privatización.

Desperdicio energético y económico

Según los expertos Whitmore y Martin, las pérdidas asociadas a las conversiones de electricidad en hidrógeno, luego en gas reformado y finalmente en calor industrial son enormes, del orden del 70%. Sería mucho más eficiente utilizar la electricidad directamente para la producción de calor industrial.

Por su parte, el profesor Bruno Detuncq estima que el gas reformado de TES Canadá podría calentar 40.000 hogares frente a 666.000, o 16 veces más, si se utilizara la misma cantidad de electricidad directamente con una bomba de calor. El proyecto TES Canadá representa un desperdicio inmoral de nuestra preciosa energía.

Según las estimaciones de los expertos Whitmore y Martin, el coste del gas reformado sería hasta 12 veces más caro que el del gas estándar. Claramente no hay rentabilidad. Sería un auténtico desperdicio económico sustituir el gas estándar por gas reformado. Las verdaderas soluciones de descarbonización pasan por la electrificación directa y la geotermia mediante la eliminación del gas.

Privatización de Hydro-Québec

Lo que está sucediendo no es la privatización de los activos actuales de Hydro-Québec, sino la privatización de nuevas capacidades de producción de electricidad con parques eólicos privados como el de TES Canada, que sería el mayor de Quebec.

A esto se suma el autoconsumo, que antes del TES Canadá era una excepción para Alcan y una papelera que data de la nacionalización de la electricidad. Un privilegio concedido en su momento a cambio de un pacto social que no fue respetado.

Por si fuera poco, también existe el deseo tácito de TES Canadá de vender electricidad a sus vecinos. Actualmente, esto no está permitido por ley, pero no importa, su buen amigo Fitzgibbon presentará un proyecto de ley en los próximos días que levantará la prohibición para deleite de TES Canada.

El poder ciudadano es muy fuerte sobre el terreno en Mauricie. Debemos apoyarlos en su deseo de preservar su territorio y el modelo quebequense de monopolio eléctrico que ha hecho del éxito energético, económico, medioambiental y social de Quebec.

Martín Ouellet, jefe de Clima Quebec, ex Ministro de Recursos Naturales

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