Buscando apodos de Concarne, Pascal Parmentier escribió un libro al respecto

Buscando apodos de Concarne, Pascal Parmentier escribió un libro al respecto
Buscando apodos de Concarne, Pascal Parmentier escribió un libro al respecto
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“Krenn Chacot”, “Pinasse”, “Treinta y seis brazas de boca”, “Bébert la cuiller”… Pascal Parmentier reunió 850 apodos usados ​​en Concarneau, la mayoría de ellos procedentes del mundo marítimo. A partir de este minucioso trabajo, produjo una colorida colección, titulada “Les apodos Concarnois”. El juego consiste en adivinar quién está detrás de este apodo. No siempre evidentes, algunos datan de finales del siglo XIX.

Este es el primer libro escrito por Pascal Parmentier. El hombre, sin embargo, tiene un viaje rico en tinta. Imprenta durante 30 años, creó la editorial Palémon junto al escritor Jean Failler. Ya jubilado, decidió aprovechar su tiempo libre para retomar la pluma.

“Ella no sabía los nombres reales de las personas”

“Mi suegra, que era de Passage, sólo mencionaba apodos”, afirma Pascal Parmentier. Ella no sabía los verdaderos nombres de las personas. En cuanto a mi tío, apodado “Grand louzou”, era mecánico de barco y tenía un cuaderno escolar lleno en el que anotaba apodos.

De ahí esta idea de embarcarse en una gran colección de apodos de Concarne, recogiendo a diestra y siniestra todos los que llegaron a sus oídos. Unas muy antiguas, de Pascal Parmentier, que datan de finales del siglo XIX. Otros, más recientes, se refieren a personas desaparecidas, pero cuyo apodo permanece en nuestra memoria.

Patata firmada

Los ejemplos suelen ser divertidos. “Krenn Chacot, que en bretón significa “rasparse los bolsillos”, fue el último bistró que frecuentamos antes de emprender la subida para regresar a La Forêt-Fouesnant, explica Pascal Parmentier. Hay apodos muy conocidos, como “Gugu” o “Guite”, “Pedazo de pulmón”. La mayoría son bromas, pero nunca malas. Los Concarnois, especialmente en el puerto, podrían tener la costumbre de discutir entre sí antes de reconciliarse. Pero los apodos se quedaron”.

El coleccionista recuerda así a los viejos Concarnoises que se insultaban amistosamente, de una punta a otra de la calle. “Lo que también es curioso es que en los funerales algunos de los fallecidos sólo eran conocidos por su apodo. Y como no podíamos grabarlos como epitafios, fue complicado”, ríe el hombre que, por supuesto, también tiene un apodo amistoso: “Patata”. El apellido obliga…

“Una buena manera de revivir a la gente”

En esta obra tan divertida, cada apodo mencionado va seguido de una línea de puntos. Corresponde al lector encontrar a la persona a la que se le atribuyó. ¿Quién adivinará las identidades de “Casse-braguette” o “Treinta y seis brazas de boca”? “Yo mismo no sé quién está detrás de la mayoría de ellos”, confiesa. Pero es una buena manera de revivir a la gente”.

El autor no cierra la puerta a una secuela. El libro también hace referencia a una dirección de correo electrónico, para que podamos enviarle otros apodos que quizás se le hayan escapado. Le informamos que firmará en Concarneau el lunes 16 de diciembre de 9:30 a 13:00 horas en Livre et la Plume, el viernes 20 de diciembre de 10:00 a 12:00 horas en la sucursal de Crédit Agricole, 13, place Charles de Gaulle. 21 de diciembre durante todo el día en el Espacio Cultural Leclerc, y el lunes 23 de diciembre durante todo el día en la Cave du Moros.

Práctico

“Apodos Concarnois”, de Pascal Parmentier, publicado por Palémon. Portada ilustrada por el diseñador Nono. 156 páginas. 12€. Contacto: [email protected]

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