Premio del Libro de Luxemburgo Un livre sur le colonialisme récompensé – Le choix de l’audace

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Los “Walfer Bicherdeeg” fueron inaugurados esta tarde con la ya tradicional entrega del “Premio del Libro de Luxemburgo”, marcada por las elecciones asumidas por el jurado.

En 2023, la presentación del “Lëtzebuerger Buchpräis” fue una oportunidad para que el Ministro de Cultura saliente, Sam Tanson, recibiera una gran ovación. Eric Thill fue nombrado al día siguiente y fue visto el domingo siguiente en la feria, sin perder tiempo en dar a conocer al mundo de la cultura su rostro, cuyo nombramiento acababa de sorprender a todos. Este año, fue él quien pronunció un discurso en la 19ª edición de estos premios creados en 2006, a instancias de la Federación de Editores de Luxemburgo. Subrayó el interés de la literatura –y por tanto de su apoyo estatal– por el papel que puede desempeñar en un período de tensión, es decir, “construir puentes para salvar el abismo que separa la cultura de la ideología”.

Fue todo un bautismo de fuego el que le depararon los primeros ganadores de la velada, en la categoría de libros temáticos/libros bonitos, el autor Yves Schmitz y su coeditor Richtung 22 (con capybarabooks) de “La guerra de Luxemburgo”. nie eine Kolonialmacht“, un libro que intenta desmentir su título, tomado de una cita, explorando el pasado colonial de Luxemburgo. Yves Schmitz esperaba que este premio pudiera servir de apoyo a la investigación crítica. Por su parte, Michelle Lies de Richtung 22 recordó cómo el pasado colonial sigue moldeando nuestro entorno, citando como ejemplo el nombre de la sala Príncipe Henri, donde tuvo lugar la ceremonia de entrega de premios, que lleva el nombre de un soberano que aprovechó el colonialismo holandés, el el uso de “N-Wort” en un reportaje de RTL (que filmó la velada) o incluso el despido del artista iraní Alborz Teymoorzadeh, del que atribuyó la culpa a Eric Thill y su gobierno.

La venganza de una madre

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Margret Steckel, premio del jurado en la categoría de literatura Foto: Editpress/Fabrizio Pizzolante

Recuerde que cualquier editorial luxemburguesa puede participar en el “Lëtzebuerger Buchpräis” con un máximo de doce títulos de su producción, todas las categorías juntas. Se trata de un jurado, renovado cada año y compuesto por cinco miembros de la cadena del libro, que otorga estos premios dotados con 1.000 euros en cuatro categorías. Este año estuvo compuesto por Florence Sunnen (autora), Romy Hellinghausen (bibliotecaria del Centro Nacional de Literatura), Joe Mathieu (librero de “Christina’s Bicherbuttik”), nuestra hermana Isabel Spigarelli y Henri Schoetter (diseñador gráfico, diseñador, ilustrador ).

En la categoría de literatura ganó Margret Steckel con „Mutterrache“. El modesto tamaño de este cuento de 56 páginas no asustó al jurado que también había incluido en la lista el texto aún menos grueso de Antoine Pohu, “Somos los que caminamos en la ciudad” (ambos publicados por capybarabooks). El jurado tomó medidas y coronó un formato corto. El jurado se mostró entusiasmado con la capacidad de Margret Steckel para contar en 56 páginas una historia de vida que nunca nos abandona. El autor llega con poco que decir todo, explicó nuestro colega periodista de periódicoIsabel Spigarelli. Saludó, en nombre del jurado, una historia que rompe un tabú sobre la relación madre-hija, al contar la historia de una relación rota. Es la primera vez que el autor de 90 años, ganador del Premio Servais en 1997 y del Premio Batty Weber en 2023, gana el “Buchpräis”. Si para una joven autora este premio es un estímulo, un signo de que hemos elegido el camino correcto, a su edad le da la fuerza para volver a escribir, reaccionó visiblemente conmovida.

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Diane Orban y Myriam Karels ganaron en la categoría de literatura infantil Foto: Editpress/Fabrizio Pizzolante

En la categoría de literatura infantil ganó “Et rabbelt an der Broutgaass”, la historia de los gemelos Emma y George que quieren hacer olvidar a Saint-Nicolas sus estupideces. Los autores son Diane Orban y Myriam Karels. El dúo ya ganó en 2020 el premio “Buchpräis” en la misma categoría y el premio del público con “De Wëlle leeft am Bësch” (edición Schortgen). El jurado valoró la interactividad de este libro que también contiene ejercicios de cocina y de bricolaje.

Había una categoría para la que no se había establecido una lista corta: la de diseño/gráficos. El jurado concede este premio al libro de su elección elegido entre la larga lista. Ganó “Wild Site” de la editorial Point Nemo Publishing, ya ganador del “Award des Deutschen Architekturmuseums” en la Buchmesse de Frankfurt.

Este año se concedió un premio del público en cada categoría, mientras que normalmente sólo se concedía uno para todos los libros de las tres categorías y tendía a destinarse siempre al mismo tipo de obra, y rara vez a la categoría reina de la literatura. “Nos parece una lástima que cada año gane un libro de cocina”, bromeó el vicepresidente de la Federación de Editores de Luxemburgo, Ian De Toffoli, antes de anunciar los ganadores. El público tuvo la misma opinión que el jurado de los libros temáticos y de literatura infantil. Por otro lado, en la categoría “Literatura”, ganó “Béischten” de Jhemp Hoscheit.

Este fin de semana se leerán los libros ganadores durante los dos días del “Bicherdeeg”.

>Anna Valentiny, editora premiada>
Anna Valentiny, editora premiada Foto: Editpress/Fabrizio Pizzolante

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