Vida cotidiana. ¿Cómo transmitir el amor por la lectura a los niños?

Vida cotidiana. ¿Cómo transmitir el amor por la lectura a los niños?
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Ante la competencia de las pantallas, cada vez más presentes en nuestras vidas, los libros tienen dificultades para encontrar un lugar en el día a día de los jóvenes. Los franceses de entre 7 y 19 años dedican 19 minutos al día a leer por ocio, o 4 minutos menos que en 2022, cuando pasan 3 horas y 11 minutos frente a las pantallas diariamente (excluyendo la lectura de un libro digital o la escucha de un audiolibro). Eso es diez veces más tiempo frente a una pantalla que leyendo libros. Esto es lo que revela un estudio realizado por el Centro Nacional del Libro e Ipsos, publicado la semana pasada. El 19% incluso dice que no le gusta leer, una constante aún mayor entre los jóvenes de 16 a 19 años (31%).

Muchos beneficios reconocidos de la lectura.

Sin embargo, los beneficios de la lectura para los jóvenes son numerosos: en términos de concentración, desarrollo de la imaginación, desarrollo del lenguaje y escritura. “También te permite enriquecer tu vocabulario, tu gramática, mejorar tu capacidad de síntesis, tu expresión escrita y oral, ampliar tu lenguaje, tus conocimientos, tu cultura general, tu inteligencia emocional y social y por tanto, a largo plazo, tienen efectos positivos en la escolarización y en la vida profesional”, afirma Michel Desmurget, director de investigación en neurociencia del Inserm (Instituto Nacional de Investigación Médica y Sanitaria).

da el ejemplo

Para dar (o recuperar) el gusto por la lectura a los jóvenes, Michel Desmurget aconseja, en primer lugar, dar ejemplo. “Tenemos que demostrar que somos una familia de lectores y que la lectura es importante”, subraya. Los niños actúan mucho mediante el mimetismo y reproducen las conductas de los adultos. Si están acostumbrados a ver a sus padres disfrutar de la lectura, tendrán una perspectiva diferente sobre esta actividad.

Haz de la lectura un placer

Para algunos niños, la lectura se considera una actividad laboriosa o una obligación académica. Para hacer este momento más divertido y placentero, interésate por sus intereses. Puedes ofrecerles libros sobre mundos familiares: videojuegos, deportes, animales. Interésate también por lo que ven en las pantallas: muchas películas o series están inspiradas o adaptadas de libros. “Leer realmente tiene que ser un placer”, insiste el investigador.

Considere también acudir a bibliotecas, mediatecas o librerías, lugares propicios para la lectura por placer. Además de las numerosas opciones, los profesionales podrán orientarle según sus gustos. Para los estudiantes de secundaria y preparatoria, los CDI tienen una gran selección de libros de acceso gratuito.

Reducir el tiempo frente a la pantalla

Nuestro cerebro no se estimula de la misma forma cuando vemos un vídeo o leemos un libro. Perezoso, preferirá el vídeo, una actividad que requiere menos esfuerzo cerebral. “El tiempo frente a la pantalla se ha vuelto tan importante que no hay tiempo para el aburrimiento. No debes prometerle al niño que irá a jugar a la consola sólo si lee un libro durante quince minutos, porque la lectura se convertirá en un castigo. Pero es absolutamente necesario reducir el tiempo frente a la pantalla, independientemente de la lectura, para abrir tiempo de aburrimiento que se pueda llenar con un libro, un deporte, una música o un juego”, recomienda el especialista.

Establecer un ritual

Cuando un niño es pequeño, es fácil establecer un ritual de lectura de cuentos por la noche, antes de acostarse. Un hábito que podrá conservar cuando sea mayor.

No hay edad para empezar a leer y cuanto antes mejor. “Puedes empezar a leerle libros a un recién nacido en su primer trimestre. Aunque pensemos que a esta edad no lo entenderá, en realidad ya hay muchas cosas que están conectadas”, señala Michel Desmurget.

Sigan leyendo juntos incluso cuando esté aprendiendo a leer. “En CP, un niño sabe descifrar en lugar de leer, debemos seguir apoyándolo para que no se encuentre en una situación de fracaso”, continúa.

Diversificar géneros

El investigador recomienda evitar leer un libro en un teléfono o tableta: las notificaciones y otras solicitudes dificultan la concentración. Si su hijo prefiere un lector electrónico, no lo rechace, es una primera aproximación, “aunque la comprensión sea mejor en formato papel”, señala.

A los más jóvenes les gustan especialmente los cómics y el manga. Aunque estos formatos contienen menos vocabulario y un menor volumen de palabras, constituyen una puerta interesante para despertar el gusto por la lectura.

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