La revolución de Rachid Yazami para las baterías de litio

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Rachid Yazami, investigador marroquí de renombre mundial y pionero de las baterías de litio, obtuvo recientemente una patente en China para su tecnología de carga ultrarrápida. Esta innovación, ya reconocida por Japón, Estados Unidos, Europa y Corea del Sur, se basa en un principio revolucionario: la voltamperometría no lineal. Pero, ¿en qué se diferencia este método de los sistemas de carga tradicionales y por qué supone un gran avance para la industria de las baterías?

Una ruptura con los métodos tradicionales

Durante más de un siglo, las baterías se han cargado aplicando una corriente constante, medida en amperios, mientras se controlaba el voltaje (en voltios) y la temperatura. Tan pronto como el voltaje alcanza un umbral crítico o la temperatura sube demasiado, el proceso de carga se detiene. Este enfoque, aunque eficaz, tiene limitaciones, en particular porque no tiene en cuenta el estado de salud de la batería.

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Con la tecnología desarrollada por el profesor Yazami, este modelo se pone patas arriba. “Nunca aplicamos una corriente constante”, explica. “Utilizamos una corriente que la batería puede aceptar, dependiendo de su estado de carga y salud. » Es decir, el método se adapta a la batería y no al revés. Una batería nueva no se cargará de la misma manera que una batería vieja, lo que permitirá una carga más eficiente y amigable con el equipo.

Una analogía esclarecedora: el atleta y el campo

Para ilustrar su método, el profesor Yazami utiliza una analogía simple pero reveladora. “Obligar a una batería a aceptar una corriente constante es como pedirle a un atleta que corra a una velocidad constante. Si el terreno es llano esto puede funcionar, pero cuando hay subidas y bajadas mantener una velocidad constante de 20 o 25 km/h se vuelve imposible. Por tanto, adaptamos la corriente aplicada, del mismo modo que adaptamos la velocidad de carrera a la dificultad del terreno. »

Este enfoque “natural y adaptativo” tiene en cuenta varios factores, como el estado de la batería, su estado inicial de carga y otros parámetros técnicos. El resultado: una carga más rápida, segura y duradera.

Un considerable ahorro de tiempo

Una de las ventajas más destacables de esta tecnología es la drástica reducción del tiempo de carga. “Utilizando voltamperometría no lineal conseguimos reducir el tiempo de carga en un factor de 2 o 3”, explica el profesor Yazami. Por ejemplo, una batería que antes tardaba una hora en recargarse ahora puede recargarse en 30 minutos, o incluso 10 minutos. Un ahorro de tiempo que podría transformar la experiencia del usuario, especialmente en el ámbito de los vehículos eléctricos.

Longevidad mejorada

Contrariamente a los temores sobre la carga ultrarrápida, esta tecnología no compromete la duración de la batería. Al contrario, lo mejora. “Este método no sólo es más rápido, sino que también prolonga la vida útil de las baterías”, subraya el profesor Yazami. Una característica imprescindible para convencer a fabricantes y consumidores de su utilidad.

Rachid Mahmoudi

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