India: Comienza la gigantesca peregrinación hindú del Kumbh Mela

¡Vamos por la mayor peregrinación de todos los tiempos! Los baños rituales masivos comenzaron el lunes en Prayagraj, en el norte de la India, con motivo del megafestival hindú del Kumbh Mela, al que se esperan unos 400 millones de personas.

Antes del amanecer, los primeros grupos de peregrinos se sumergieron en las frías aguas de la confluencia de los ríos sagrados Ganges, Yamuna y el mítico Sarasvati para, como exige la tradición hindú, lavar sus pecados.

“Es una oportunidad que un hindú no puede perder”, resumió Reena Rai, una empresaria de 38 años del estado central de Madhya Pradesh, a mil kilómetros de distancia.

240 millones de personas en 2019

Organizada cada doce años, esta reunión promete batir todos los récords este año: del 13 de enero al 26 de febrero. Las últimas celebraciones religiosas celebradas en el mismo lugar en 2019 reunieron a 240 millones de fieles, según el gobierno.

En comparación, la gran peregrinación musulmana anual a La Meca (Arabia Saudita) sólo reunió a 1,8 millones de fieles en 2024. Incluso para el país más poblado del mundo, con sus 1.400 millones de habitantes acostumbrados a la logística de celebraciones masivas, recibir al equivalente de las poblaciones estadounidense y canadiense juntas fue una tarea hercúlea.

Los organizadores han instalado 150.000 baños, 68.000 farolas y una ciudad de tiendas de campaña que cubre un área equivalente a dos tercios de la península de Manhattan en Nueva York. Una compacta multitud de peregrinos de toda la India y más allá se establecieron allí durante el fin de semana.

Procesiones

A pesar de la lluvia, los bañistas comenzaron a congregarse el domingo a lo largo de las orillas de los ríos, al son de tambores y en medio de procesiones de elefantes y tractores cargados de estatuas de dioses o diosas.

Entre ellos, los monjes enteramente ataviados de naranja –el color del hinduismo– y los ascetas con el cuerpo ennegrecido por las cenizas repartían bendiciones con todas sus fuerzas. En cuanto a los devotos más impacientes, no esperaron a que comenzaran las fiestas, el lunes antes del amanecer, para sumergirse.

Chandrakant Nagve Patel, de 56 años, se quitó las bolsas de plástico que lo protegían de la lluvia para darse un chapuzón en las frías aguas. “Una vez que estás en el agua, ya ni siquiera sientes el frío”, dijo con bravuconería. “Es como si fuera uno con Dios”.

“Todo es tan hermoso”

Además de lavar los pecados, los baños tomados en la confluencia de ríos sagrados durante el Kumbh Mela también permiten liberarse del ciclo de renacimiento y reencarnación. Cientos de barcos están listos para recibir a aquellos que no se conforman con la inmersión en las orillas llevándolos en medio del agua hasta el Sangam, el punto exacto de confluencia de los tres ríos.

La policía india desplegó un gran número de tropas para garantizar, según un portavoz, la “máxima seguridad” a los peregrinos. Por todas partes, las callejuelas de la efímera ciudad que creció en Prayagraj (la antigua Allahabad) estaban adornadas con carteles que glorificaban al ultranacionalista primer ministro hindú Narendra Modi, anunciado in situ.

Originario del estado de Maharashtra (oeste), Bhawani Baneree, funcionario público, no se arrepiente de haber realizado el viaje. El ambiente es “muy animado”, se alegra, “todo es tan bonito”. En 2017, el Kumbh Mela fue declarado patrimonio inmaterial de la humanidad por la UNESCO, que lo describió como la “mayor reunión pacífica de peregrinos del mundo”.

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