Bolivia: Una segunda fábrica para procesar hojas de coca

El presidente de Bolivia, Luis Arce, anunció el sábado la construcción de una segunda planta de producción para procesar hojas de coca, una planta ancestral que el país andino busca desclasificar a nivel mundial como sinónimo de cocaína.

«[…] El país, el pueblo boliviano le hemos demostrado al mundo entero que la hoja de coca no es cocaína y la historia nos ha dado la razón”, afirmó Luis Arce.

Pronunció un discurso con motivo del Día Nacional del Acullico, ante cientos de vecinos reunidos en una plaza de la capital La Paz.

Exportar productos procesados

Luis Arce anunció la construcción de una segunda fábrica para elaborar productos de hoja de coca en el departamento de La Paz.

El objetivo es exportar los productos procesados ​​una vez que el país consiga que la Organización Mundial de la Salud (OMS) desclasifica la planta como sustancia controlada, calificación que ostenta desde 1961 como materia prima de la cocaína.

En Bolivia se producen harinas, infusiones, dulces y hasta pasta de dientes a partir de las hojas de coca. “Una vez autorizados podremos exportar nuestra hoja de coca a todo el mundo, y así mostrar sus grandes virtudes”, afirmó el presidente.

“Siempre hemos luchado contra el narcotráfico”

Este último admitió que las hojas de coca se utilizaban ilegalmente en la producción de cocaína. “El gobierno nunca apoyará este uso de la hoja de coca. Siempre hemos luchado contra el narcotráfico y lo seguiremos haciendo”, prometió.

Paralelamente, en la región de Cochabamba, el líder indígena y expresidente Evo Morales celebró este día nacional con sus seguidores.

“Nuestra lucha continua ha permitido que el mundo valore y reconozca nuestra tradición ancestral, nuestra identidad. La coca no es sólo una cultura, es Pachamama (madre tierra), también es una medicina y un alimento”, dijo Evo Morales en X.

El jugo de las hojas alivia el hambre.

Masticar coca se llama “Acullico”, según el término quechua. El jugo de las hojas alivia el hambre y elimina la fatiga.

En 2013, Bolivia, país de mayoría indígena, se adhirió a los convenios internacionales contra las drogas, siempre que en su territorio esté autorizado el mascado de coca con fines ancestrales y medicinales. La ley de la coca autoriza el cultivo de 20.000 hectáreas para consumo nacional legal.

Sin embargo, en su último informe, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) estima la superficie cultivada en casi 30.000 hectáreas, lo que significa que parte de la producción alimenta el tráfico de drogas. Bolivia, después de Colombia y Perú, es considerada por la ONU como el tercer productor de cocaína del mundo.

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