Representantes de unos 40 países y activistas, incluida la premio Nobel de la Paz Malala Yousafzai, se reunirán el sábado en Pakistán para una cumbre de dos días sobre la educación de las niñas en las comunidades musulmanas.
La cumbre, que se celebrará en la capital, Islamabad, será inaugurada por el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, y reunirá a ministros y embajadores de 44 países, así como a dignatarios religiosos y representantes de las Naciones Unidas y del Banco Mundial.
Al llegar el sábado por la mañana, la activista paquistaní Malala Yousafzai dijo que estaba “conmovida y feliz” de estar de regreso en su país. Atacada en 2012 por los talibanes paquistaníes en un autobús escolar en el aislado valle de Swat, cerca de la frontera con Afganistán, ha regresado a su país sólo en raras ocasiones desde su evacuación al Reino Unido, donde vive ahora.
Malala Yousafzai se ha convertido en portavoz mundial de la educación de las niñas y en la ganadora más joven del Premio Nobel de la Paz, concedido en 2014, cuando tenía 17 años. Tiene previsto hablar el domingo y ya ha indicado que se centrará en el destino de las niñas en Afganistán, país vecino de Pakistán y el único del mundo donde a las niñas y mujeres no se les permite ir a la escuela secundaria ni a la universidad. .
Islamabad dijo que el gobierno afgano había sido invitado pero no había respondido. Contactados por la AFP, los funcionarios afganos declinaron hacer comentarios. Pakistán afirma además que los talibanes rechazaron la invitación.
Los talibanes paquistaníes, que atacaron a Malala Yousafzai en 2012, y los talibanes afganos son dos grupos diferentes, pero tienen relaciones estrechas y comparten una ideología similar, que desdeña la educación de las niñas.
La cumbre de Islamabad debe confirmar “el compromiso de (la) comunidad musulmana de empoderar a las niñas a través de la educación”, según un comunicado del gobierno paquistaní. Pakistán se enfrenta a una grave crisis educativa, con más de 26 millones de niños sin escolarizar, principalmente debido a la pobreza, una de las tasas más altas del mundo, según cifras oficiales del gobierno.
Decenas de millones de niñas no van a la escuela en países de mayoría musulmana, incluidos Bangladesh y Nigeria. Además de los representantes extranjeros, a la cumbre asisten colegialas y estudiantes paquistaníes.