Sospechas de financiación libia –
“Ni un céntimo” del dinero libio en su campaña, jura Sarkozy en el juicio
El ex inquilino del Elíseo juró durante su primer discurso, este jueves ante el tribunal de París, que no tenía “nada” que reprocharse.
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“Ni un céntimo” del dinero libio: Nicolas Sarkozy juró en su primer discurso ante el tribunal en el juicio por sospechas de financiación libia de su campaña de 2007 que no tenía “nada” que reprocharse y que no había “nada” en el archivo.
El primero en subir al estrado, el expresidente comienza declamando solemnemente: “Diez años de calumnias, cuarenta y ocho horas de custodia policial, sesenta horas de interrogatorios”.
Diez años de investigación
En total, dice, “diez años de investigación” donde “dimos la vuelta a la Tierra” para escuchar a diversos testigos y buscar pruebas. Y al final “¿qué encontramos? Nada”, pierde los estribos varias veces.
“Nada me concierne”, precisa el ex jefe de Estado, que está siendo juzgado junto a once personas, entre ellas los tres ex ministros Claude Guéant, Brice Hortefeux y Eric Woerth. Este último no estuvo presente en la audiencia de hoy.
Con la ayuda de los dos primeros, sus amigos íntimos, Nicolas Sarkozy está acusado de haber firmado en 2005 un “pacto de corrupción” secreto con el rico dictador libio Muammar Gaddafi, para poder financiar su victoriosa campaña en las elecciones presidenciales de 2007.
Con traje oscuro, camisa blanca y corbata negra, habla en voz alta durante unos quince minutos, haciendo grandes gestos y llamando a su audiencia a ser testigo.
Se sumerge, con trémolo en la voz, en el contexto general de la época: sus conversaciones “con Barack Obama”, el ex presidente estadounidense, su “orgullo” de haber “salvado” a las enfermeras búlgaras en 2007, luego la intervención militar en Libia votó en la ONU.
Tres “categorías de estafadores”
Para él, hay tres “categorías de delincuentes” en esta materia: en primer lugar, los ancianos del “clan Gadafi”, que fueron los primeros en plantear la hipótesis de la financiación libia justo antes de la caída de Gadafi en 2011, expulsado en particular por los rebeldes. apoyado por Francia que él dirigía.
Luego ataca a “quienes crearon” el billete libio que evoca un acuerdo de financiación por valor de 50 millones de euros, publicado por Mediapart, entre las dos vueltas de las elecciones presidenciales de 2012: “¡Qué extraña coincidencia!” Una “gran falsificación”, vuelve a insistir.
Y, por último, el sulfuroso intermediario libanés Ziad Takieddine –acusado en el juicio pero prófugo– y sus “dieciséis versiones” durante la investigación. “No sé por qué este individuo me persigue con un odio tan tenaz”.
“El dinero de la corrupción está en gran medida ausente en este juicio y por una sencilla razón: no hay dinero de la corrupción, porque no hubo corrupción del candidato”, insiste el ex jefe de Estado. “Hay motivos para estar enojado”, justifica entre dos arrebatos.
Prisión e inelegibilidad
Juzgado hasta el 10 de abril por corrupción, encubrimiento de malversación de fondos públicos, financiación ilegal de campañas y asociación criminal, Sarkozy se enfrenta a 10 años de prisión y una multa de 375.000 euros, así como a la privación de sus derechos civiles (por lo tanto, su inelegibilidad) hasta un máximo de 375.000 euros. a 5 años.
El ex inquilino del Elíseo (2007-2012), de 69 años, asegura a la presidenta del tribunal, Nathalie Gavarino, que responderá “a todas las preguntas”. “Como siempre lo he hecho, siempre he asumido mis responsabilidades y pretendo hacerlo durante estos cuatro meses” de audiencia, añade quien inicia aquí su quinto juicio en cinco años.
“Quiero dos cosas, la verdad y la ley, si no es mala palabra, la ley”, chilla.
“Confío”
“No tengo cuentas que saldar y menos aún con la institución de la cual sé que parte de ella luchó violentamente contra mí cuando yo era presidente. Ingenuo o entusiasta, creo”, asegura finalmente Nicolas Sarkozy, que ha implicado regularmente a magistrados por sus nombres en los múltiples procedimientos judiciales que se le han imputado.
Brice Hortefeux se levanta a su vez. “Después de doce años de investigación”, repite, “no hay nada. Os lo digo con gran cansancio y mucho enojo, nada justifica que esté aquí delante de vosotros”.
La ex mano derecha del jefe de Estado, Claude Guéant, promete “defenderse paso a paso”. “Lo he dicho cien veces, lo diré de nuevo hoy, nunca me he beneficiado del dinero libio, nunca he solicitado dinero libio, nunca he visto dinero libio circular”, afirmó el octogenario. “El pacto corruptor nunca existió”.
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