Incluso antes de su toma de posesión el 20 de enero, Donald Trump continúa invirtiendo fuertemente en cuestiones políticas internacionales candentes. Por ello, el presidente electo de los Estados Unidos no dejó de dar a conocer su opinión sobre el cambio de régimen en Damasco.
Donald Trump estimó así el lunes que Turquía había llevado a cabo “una toma hostil” de Siria, después de que grupos rebeldes –algunos de los cuales apoyados por Ankara– derrocaran a Bashar al-Assad.
Erdogan es “muy tenaz”
“Turquía es muy inteligente. Es un tipo inteligente y muy tenaz”, declaró el futuro inquilino de la Casa Blanca durante una rueda de prensa, presumiblemente en alusión al presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. “Turquía tomó el poder de manera hostil sin que se perdieran muchas vidas. Puedo decir que Assad era un carnicero”, añadió.
Desde 2016, Turquía ejerce una influencia considerable sobre el noroeste de Siria, manteniendo relaciones con el grupo Hayat Tahrir al-Sham (HTS), antigua rama siria de Al Qaeda y considerado terrorista por muchos países occidentales. El gobierno turco dijo el domingo que estaba “listo” para proporcionar ayuda militar si el nuevo gobierno sirio liderado por rebeldes islamistas lo solicitara. “Creemos que es necesario darles una oportunidad”, dijo el Ministro de Defensa turco, Yasar Güler.
Diferencias entre Ankara y Washington
La prioridad de Turquía en Siria es luchar contra los combatientes separatistas kurdos del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y las Unidades de Protección Popular (YPG), objetivo apoyado por el nuevo gobierno sirio, afirmó. Por extensión, Ankara considera a las SDF (Fuerzas Democráticas Sirias) un grupo terrorista, lo que las sitúa en directa oposición a la administración estadounidense de Joe Biden. Washington considera a este grupo “crucial” para evitar un resurgimiento de yihadistas del grupo Estado Islámico en Siria.
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Las FDS, apoyadas por Estados Unidos, lideraron la lucha contra el EI en sus últimos bastiones sirios antes de su derrota en 2019. Están dominadas por las YPG, consideradas por Ankara una rama del prohibido PKK. “Se lo hicimos saber a nuestros amigos estadounidenses. Estamos esperando que reevalúen sus posiciones”, afirmó Yasar Güler.