La contaminación acústica es responsable de las dificultades de lectura de unos 550.000 niños europeos, advierte el jueves un informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA) sobre 32 países del continente.
El estudio de la AEMA cubre los 27 estados miembros de la Unión Europea (UE), así como Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza. La agencia estima además que uno de cada cinco residentes de la UE está expuesto a niveles de ruido perjudiciales para su salud.
“Más del 20% de la población de la Unión Europea, incluidos los niños, vive en zonas donde los niveles de ruido del tráfico son perjudiciales para la salud”, advierte la agencia en su informe. “En muchas zonas urbanas este porcentaje es mucho mayor, llegando al 50%”.
Enfermedades cardiovasculares y mentales.
Vivir en una zona afectada por el ruido del transporte se asocia con un mayor riesgo de desarrollar una amplia gama de problemas de salud, incluidas enfermedades cardiovasculares y mentales, escribe la AEMA, que considera que la contaminación acústica es “uno de los factores ambientales más perjudiciales para la salud en Europa después de la contaminación del aire.
En menores de 18 años puede provocar trastornos cognitivos y estar relacionado con la ansiedad.
De los 550.000 casos de trastornos de la lectura provocados por el ruido del transporte, la mayoría (84%) se deben al tráfico rodado, especialmente en las zonas urbanas, el 15% al tráfico ferroviario y el 1% al transporte aéreo.
Trastornos del comportamiento
Además, estos ruidos son responsables de cerca de 60.000 casos de trastornos del comportamiento al año en los países estudiados, principalmente entre niños que viven en zonas urbanas, señala la AEMA.
“Reducir la exposición (al ruido) en el hogar y en la escuela ayudaría a minimizar estas consecuencias negativas para los niños, que pueden afectar sus oportunidades y calidad de vida a lo largo de su vida”, añade la agencia con sede en Copenhague, Dinamarca.
Para las partes interesadas, se trata de centrarse tanto en medidas destinadas a reducir el ruido en su origen -mediante la reducción de los límites de velocidad, del ruido de los motores y de los neumáticos- como en medidas correctoras de aislamiento o la creación de zonas verdes de amortiguamiento.
afp/furr
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