En los últimos días ha crecido una polémica en torno a la multiplicación de denuncias sobre drones o artefactos voladores no identificados por parte de residentes de las regiones de Nueva York o Nueva Jersey, a las que se acusa a las autoridades nacionales de no dar una respuesta suficiente.
Un año y medio después del incidente del globo procedente de China derribado por los Estados Unidos y que Pekín había asegurado que no se utilizaba para actividades de espionaje, algunos cargos electos, como el representante republicano de Nueva Jersey en la Cámara de Representantes, Chris Smith, han planteado la amenaza de un Estado extranjero como Rusia, o incluso China, sin ninguna evidencia que la respalde.
Las autoridades estadounidenses buscan desde hace varios días tranquilizar a la población, mientras vídeos de luces en el cielo invaden las redes sociales. El viernes por la noche, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que asumirá el cargo en enero, cuestionó la sinceridad del gobierno y sugirió “derribar” drones.
“No hay duda de que la gente ve drones”, coincidió el domingo por la mañana en ABC el ministro de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. “Se trata de drones, o aviones pilotados que por error se confunden con drones”, añadió, repitiendo un mensaje transmitido en los últimos días por la policía federal (FBI) y el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby.
“Hay miles de drones sobrevolando los Estados Unidos cada día, drones recreativos, drones comerciales”, el ministro puso las cosas en perspectiva. “No hemos observado ninguna participación extranjera en relación con estas observaciones en el noreste y permanecemos vigilantes”, añadió.
El sábado por la tarde, el senador demócrata de Nueva Jersey, Andy Kim, explicó en la cadena X que había observado múltiples aparatos en el cielo, pero que, tras analizarlos con pilotos civiles y con la policía, “la mayoría de las observaciones posibles son casi con certeza drones”. resultaron ser aviones. Sin embargo, pidió a las autoridades nacionales que se comuniquen mejor sobre el tema y proporcionen más recursos a las autoridades locales para un mejor seguimiento y regulación de estos dispositivos.