Con su cabeza calva y sus ojos penetrantes que recuerdan a Yevgeny Prigojine –el difunto jefe de la milicia rusa Wagner–, el mercenario franco-rumano Horatiu Potra se ha convertido, en los últimos meses, en una de las principales figuras de los grupos armados privados que reinan en el caos desde el este de la República Democrática del Congo (RDC). Pero, desde el domingo 8 de diciembre, es sobre todo por su problemático papel en la campaña del candidato prorruso Calin Georgescu en las elecciones presidenciales rumanas lo que preocupa seriamente a este ex miembro de la Legión Extranjera Francesa de 54 años en su país. . original.
La policía rumana lo detuvo la noche del sábado 7 al domingo 8 de diciembre, cuando se dirigía a Bucarest con cuchillos y diversas armas blancas, el equivalente a 30.000 euros en efectivo en diferentes monedas y una pistola de aire comprimido. La fiscalía de Ploiesti sospecha que el jefe de Congo Protection ha intentado llegar a la capital rumana para presionar, junto con otros mercenarios activos en África, para “violencia” al margen de las manifestaciones previstas ese día para protestar contra la sorpresiva cancelación, el 6 de diciembre, de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales.
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