(La Paz) El exjefe de Estado boliviano Evo Morales acusó el domingo al actual presidente Luis Arce, su antiguo aliado, de “mentir” sobre el reciente frustrado plan militar para derrocar a este último, sugiriendo incluso que podría haber sido un “autogolpe” ”.
Publicado a las 21:31
“Pensé que era un golpe de Estado, pero ahora lo dudo: parece un autogolpe”, dijo Morales en su programa de radio dominical, transmitido desde el central departamento de Cochabamba.
Evo Morales fue uno de los primeros en alertar en sus redes sociales sobre el levantamiento armado del pasado miércoles, cuando tropas con tanques, encabezadas por el excomandante del ejército Juan José Zúñiga, sitiaron el palacio presidencial.
“Siento, no sé si me equivoco, que Lucho (Arce) no respetó la verdad; nos engañó, mintió, no sólo al pueblo boliviano, sino al mundo entero”, agregó el influyente líder indígena.
Luis Arce sostuvo el domingo que “claramente” se produjo “un golpe militar fallido” el miércoles.
“¡Evo Morales, no te vuelvas a equivocar!” […] No se pongan del lado del fascismo que niega lo sucedido”, escribió Arce en X. “Aquellos que intentaron tomar el poder por la fuerza de las armas” serán juzgados, añadió.
Morales ya había cuestionado el viernes la versión oficial del plan golpista de Zúñiga -detenido desde entonces en una prisión de alta seguridad-, pero esta vez se distancia claramente de Luis Arce, quien fue su ministro de Finanzas. durante sus casi 14 años de presidencia (2006-2019).
Los dos hombres compiten dentro del partido gobernante por la nominación en las elecciones presidenciales de 2025.
Este domingo, Morales aseguró que recibió información que lo “convenció” de que en realidad “se trató de un autogolpe”.
Según el expresidente, se enteró por fuentes ministeriales de que Arce iba a entregar la presidencia a una “junta militar” para impedirle “volver a ser presidente”.
En el momento de su arresto, Zúñiga dijo que el propio Luis Arce le había pedido que “montara algo para aumentar su popularidad”, lo que luego fue negado por el presidente boliviano, en el poder desde 2020.
Un total de 21 militares en activo, retirados y civiles fueron detenidos tras el intento de golpe, entre ellos los tres ex comandantes de las fuerzas armadas.
