El general Juan José Zúñiga fue detenido luego de ocupar con sus hombres los alrededores del palacio presidencial durante varias horas.
Antes de su detención, el jefe del ejército, en declaraciones a la prensa, afirmó que las fuerzas armadas estaban intentando “reestructurar la democracia, para convertirla en una democracia real. No el de unos pocos, no el de unos pocos amos que han gobernado el país durante treinta o cuarenta años.”
El presidente de izquierda, Luis Arce, elegido democráticamente en 2020, reaccionó de inmediato llamando a la movilización de los bolivianos para frustrar este intento de golpe.
“Nadie puede quitarnos la democracia que hemos ganado”.lanzó Luis Arce desde el balcón de su palacio, frente a sus seguidores reunidos por centenares en la plaza Murillo para brindarle su apoyo.
La central de trabajadores de Bolivia calificó, por su parte, la acción de los militares “de un acto terrorista y sedicioso contra la democracia nacional” y decretó ” una huelga general inmediata e ilimitada.
Detalles sobre el fallido golpe de Estado en Bolivia
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Ola de condenas
Además del general Juan José Zúñiga, fueron detenidos varios oficiales más, entre ellos el jefe de la Armada, Juan Arnez Salvador.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el intento de golpe. Estados Unidos dijo que estaba siguiendo de cerca la situación y pidió calma.
España ha pedido respeto a la democracia y al Estado de Derecho en Bolivia.
Los líderes de Chile, Perú, México, Colombia y Brasil enviaron un mensaje similar. Rusia, que mantiene muy buenas relaciones con el gobierno boliviano, también condenó este intento de golpe.
Un intento que se produce mientras el partido gobernante, el Movimiento al Socialismo, está profundamente dividido entre el actual jefe de Estado, Luis Arce, elegido en 2020, y su antecesor, Evo Morales, que dirigió Bolivia de 2006 a 2019 y que pretende presentarse a un nuevo mandato en 2025, aunque el Tribunal Constitucional considera que no puede hacerlo.
Los militares golpistas habían afirmado que arrestarían a Evo Morales si persistía en querer presentarse nuevamente a las próximas elecciones presidenciales.
Este intento de golpe militar se produce cuando Bolivia también enfrenta una grave crisis económica y social.
La tarde de este jueves, la ministra de la Presidencia de Bolivia, María Nela Prada, afirmó que el líder de los golpistas había admitido que no había podido “alcanzar los objetivos del levantamiento” porque los refuerzos “tardaban en llegar”.
