Por fin estamos disfrutando del buen tiempo y todos esperamos que brille el sol este verano. Sin embargo, ¡tenga cuidado de protegerse! Saskia se quemó con el sol mientras estaba en su terraza. No entiende cómo pudo suceder esto, dado que su paraguas estaba abierto y las nubes cubrían el sol.
Puede parecer sorprendente, incluso improbable, pero es posible sufrir una quemadura solar incluso en días nublados o bajo una sombrilla. Por qué ? La respuesta está en los rayos ultravioleta (UV) y el índice UV del sol. Cuando hay nubes, algunos de estos rayos se bloquean efectivamente, actuando las nubes como un filtro parcial. Sin embargo, una proporción importante de los rayos todavía llega a la superficie terrestre, y ahí es donde reside el peligro, porque percibimos menos efecto del sol en nuestra piel.
Intensidad de radiación
¿Qué porcentaje de estos rayos atraviesan las nubes? Esto depende de varios factores, como el tipo de nubes, su altitud y su densidad. Esto es lo que mide el índice UV, que evalúa la intensidad de la radiación ultravioleta solar. La nubosidad influye en este índice: las nubes pequeñas y los velos de gran altura dejan pasar una gran parte de los rayos UV, que oscilan entre el 80 y el 90% según los expertos.
Otro factor a considerar es la reverberación. Algunas superficies, como la arena, son especialmente reflectantes y aumentan el índice UV, intensificando así el reflejo de los rayos. Si bien esta radiación permite la producción de vitamina D, beneficiosa para la salud, también puede provocar problemas en la piel como quemaduras solares. También es perjudicial para los ojos, que son muy sensibles a los rayos ultravioleta.
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