Los restos de un barco que data de hace más de 3.300 años han sido descubiertos frente a las costas de Israel, a más de 1.500 metros de profundidad. En lo que queda de sus bodegas, un cargamento excepcionalmente bien conservado que pronto será mostrado al público. El hallazgo arroja nueva luz sobre la historia de la navegación en el Mediterráneo.
En medio de las duras noticias que estamos viviendo, Israel ha tomado un respiro más positivo con el anuncio del descubrimiento de este auténtico pequeño tesoro submarino. La Autoridad de Antigüedades de Israel hizo el anuncio hace unos días. Las excavaciones arqueológicas fueron realizadas el año pasado por una empresa privada: Energean, especializada no en arqueología subacuática, sino en la explotación de yacimientos de gas en el Mediterráneo. Fue durante un estudio ambiental del fondo marino, con la probable perspectiva de nuevas perforaciones, que se realizó el hallazgo.
Al ver un gran grupo de cerámicas tiradas en la arena, los empleados de la firma comprendieron que lo que tenían delante no era lo habitual. “Cuando les enviamos (a la Autoridad de Antigüedades) las imágenes, resultó ser un hallazgo sensacional, mucho más allá de lo que podríamos haber imaginado.” dijo Karnit Bahartan, director medioambiental de Energean.
