El attiéké marfileño acaba de obtener su etiqueta. Esta sémola de yuca fermentada ahora sólo puede venderse con el nombre de “attiéké” si se produce en Costa de Marfil. Respondiendo a la petición del gobierno de Costa de Marfil, la Organización Africana de la Propiedad Intelectual (OAPI) acaba de hacer público el certificado de registro de attiéké como “marca colectiva”.
Es sémola de yuca que se come húmeda, con un sabor ligeramente ácido, que se sirve como acompañamiento de pescado frito o platos con salsa. Para Paul Assandé, director general de la Oficina Marfileña de Protección Intelectual (OIPI), el attiéké ocupa un lugar central en el patrimonio cultural nacional. Por tanto, era necesario que el Estado de Côte d’Ivoire protegiera su denominación.
“Es un elemento determinante de la identidad de Costa de Marfil. No podemos separar a los attiéké de Costa de Marfil. Por eso era importante encontrar una manera de evitar que otros países, fuera de Costa de Marfil, pudieran utilizar este nombre para comercializar su sémola de yuca. Hoy, al registrar attiéké como marca colectiva, Costa de Marfil puede impedir y tiene los medios legales para impedir el uso de esta denominación por parte de otros países”, explica.
Imagen de producto reforzada
Esta medida debería reforzar tanto la imagen del producto en el mercado como su valor comercial, esperan productores attiéké como Aramatou Coulibaly, director general de la empresa Ramacereal.
“Creo que la etiqueta attiéké ofrecerá un reconocimiento oficial de la calidad y el origen del producto. Esto protegerá a los productores marfileños contra la falsificación y la imitación para fortalecer la reputación del attiéké en los mercados internacionales y ofrecer a los consumidores la garantía de comprar el attiéké auténtico”, subraya.
Por el momento, la medida sólo es válida en África Occidental, pero la OIPI ya ha tomado medidas para extender la marca colectiva en Europa y Estados Unidos… y pretende, en última instancia, proteger su attiéké en todo el mundo.
RFI
