El barco chino Yi Peng 3 está anclado en el mar de Kattegat cerca de City og Granaa en Jutlandia, Dinamarca, el 20 de noviembre de 2024 (Ritzau Scanpix / Mikkel Berg Pedersen)
Suecia solicitó este martes que el carguero chino fondeado frente a sus costas regrese a sus aguas territoriales para contribuir a la investigación sobre la rotura de cables submarinos considerada como un posible acto de sabotaje.
“Hemos estado en contacto tanto con el barco como con China y le hemos hecho saber que queremos que el barco se dirija hacia aguas territoriales suecas”, dijo el primer ministro Ulf Kristersson en una rueda de prensa, subrayando que el objetivo no era hacer una “acusación”.
“Es sólo el deseo, por parte de Suecia, de que el barco llegue a aguas territoriales suecas para que podamos cooperar más fácilmente para comprender lo sucedido”, aseguró.
Los días 17 y 18 de noviembre se cortaron tramos de dos cables de telecomunicaciones, ambos situados en aguas suecas del Mar Báltico.
El Yi Peng 3, un granelero construido en 2001, navegó hacia la zona de los cables en el momento en que fueron cortados, según los sitios de seguimiento de barcos, aunque no hay indicios de que estuviera involucrado en los incidentes.
El hecho de que el barco permanezca anclado desde el martes en el estrecho de Kattegat, entre Suecia y Dinamarca, ha suscitado dudas.
Debido a las tensiones en torno al Mar Báltico desde el estallido de la invasión rusa a Ucrania, varios líderes han planteado la posibilidad de un “ataque híbrido”, en referencia a las acciones llevadas a cabo por Moscú para perjudicarlos.
El Kremlin consideró “risible” y “absurdo” acusar a Rusia de estar detrás de la rotura de los dos cables.
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