El ejecutivo comunica poco sobre la suerte pendiente de Boualem Sansal, pero actúa entre bastidores. Así lo aseguró este martes el ministro del Interior, Bruno Retailleau, quien afirmó que “Francia debe su protección” al escritor franco-argelino, de 75 años, detenido en Argelia en los últimos días en circunstancias difíciles. Es una de las raras declaraciones del gobierno sobre este tema, pero este relativo silencio se supone: “la eficacia requiere discreción”, insistió el jefe de Beauvau, invitado en franceinfo.
El autor, feroz crítico del islamismo y del poder argelino, es incluso “alguien a quien quiero”, confió el ministro, deslizando que “había intercambiado mensajes de texto con él unos días antes de ser detenido”. “Es un gran escritor, pero también un francés, y Francia le debe su protección”, insistió Bruno Retailleau. “Por supuesto, confío en que el Presidente de la República desplegará toda la energía que pueda para obtener su liberación”, añadió.
“Obtener resultados” en lugar de “dar voz”
El ministro asumió también la relativa discreción de las autoridades francesas por el momento sobre el tema, en un momento en que las relaciones entre París y Argel son particularmente tensas, después del apoyo de París al plan marroquí de autonomía para el territorio en disputa del Sáhara Occidental. finales de julio. “Lo importante no es hablar sino obtener resultados”, argumentó.
El jueves, el entorno del presidente Emmanuel Macron indicó que éste estaba “muy preocupado por (esta) desaparición” y precisó que “los servicios estatales están movilizados para aclarar su situación”, confirmó a la AFP una fuente diplomática francesa el viernes.
Según varios medios, Boualem Sansal fue detenido el 16 de noviembre en el aeropuerto de Argel, procedente de Francia. El viernes, la agencia gubernamental argelina APS confirmó la “detención” del escritor, sin precisar fecha.
El abogado francés del escritor, François Zimeray, encargado por Ediciones Gallimard, indicó el lunes que éste sería presentado durante el día ante un fiscal en Argelia, antes de retomar sus declaraciones, indicando al comienzo de la tarde que el autor había aún no ha sido interrogado por un fiscal. “Hoy no hubo comparecencia”, declaró a BFMTV, estimando que “sabremos más mañana”, es decir este martes.
“La libertad de expresión debe ser lo más absoluta posible”
Deplorando las “informaciones contradictorias” sobre la situación del escritor, pidió a las autoridades argelinas que lo liberaran. “La mejor manera de confirmar lo que dice es mantenerlo en prisión. Entonces, si Argelia no es una dictadura, liberenlo”, dijo, estimando que “el riesgo de cadena perpetua es real para (el) tipo de delito” del que sería acusado. Anteriormente había indicado en RTL que no tenía “ninguna información específica” sobre el estado o las condiciones de detención del septuagenario.
Su detención generó mucha preocupación en el ámbito político y las reacciones se han sucedido en las últimas horas. Invitado en Sud Radio, el presidente de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, pidió “por supuesto” su liberación. “La libertad de expresión debe ser lo más absoluta posible”, defendió el diputado macronista, negándose sin embargo a calificar a Argelia de dictadura. “No pongamos etiquetas así a países con los que tenemos historias comunes y vínculos estrechos, pero por otro lado seamos muy exigentes con ellos”, dijo.
En la izquierda, la líder de los diputados rebeldes, Mathilde Panot, habló por primera vez sobre el tema este martes en TF 1, afirmando que estaba “por supuesto” preocupada por la suerte del escritor. “No puede haber (…) personas presas por delitos de opinión. Pido, junto con todos, su liberación”, declaró, asegurando que LFI no tiene reticencias a tomar posición sobre el tema.
Por su parte, el secretario nacional del PCF, Fabien Roussel, estimó el lunes por la tarde en France 5 que “debe ser liberado y Francia debe movilizarse para que sea liberado”. “Francia debería movilizarse mucho más, intervenir ante las autoridades argelinas”, insistió incluso, denunciando un “grave ataque a la libertad de opinión”, “inadmisible e intolerable”.
El mundo literario también se movilizó para pedir la liberación de Boualem Sansal, que recibió el apoyo de varios premios Nobel de literatura en particular. El lunes, la Academia francesa indicó en un comunicado de prensa que quería verlo “liberado sin demora”. Sin embargo, no se pronunció sobre la propuesta del académico Jean-Christophe Rufin de realizar una “votación de urgencia” para elegir al franco-argelino como miembro de la prestigiosa institución.