Si bien los países desarrollados, entre ellos Francia, se comprometieron este domingo en el marco de la COP29 a financiar a los países pobres amenazados por el cambio climático con 300 mil millones de dólares al año, esta medida fue considerada “demasiado tarde” por algunos representantes del grupo africano.
Trescientos mil millones de dólares al año, en diez años: los países desarrollados se comprometieron este domingo en Bakú (Azerbaiyán) a financiar más países pobres amenazados por el cambio climático, al final de una caótica conferencia de la ONU en Azerbaiyán, de la que el mundo en desarrollo sale decepcionado.
La financiación prometida para 2035 “es demasiado débil, demasiado tardía y demasiado ambigua”, lamentó el keniano Ali Mohamed, en nombre del grupo africano. Su homólogo de Malawi, en representación de los 45 países más pobres del planeta, Evans Njewa, denunció un acuerdo “poco ambicioso”.
“La cantidad propuesta es lamentablemente baja. Es ridículo”, denunció el delegado indio Chandni Raina, criticando la presidencia azerbaiyana de la COP29. Este compromiso financiero de los países europeos, Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y Nueva Zelanda, bajo los auspicios de la ONU, permitirá aumentar de 100 mil millones de dólares actuales a “al menos 300 mil millones de dólares” anuales de aquí a 2035 sus préstamos y donaciones a países en desarrollo.
Dinero para adaptarse a inundaciones, olas de calor y sequías. Pero también invertir en energías bajas en carbono en lugar de desarrollar sus economías quemando carbón y petróleo, como lo han hecho los países occidentales durante más de un siglo.
“una ausencia de liderazgo por parte de Azerbaiyán”
Los pequeños Estados insulares lamentaron “la falta de voluntad para responder a las necesidades de los países en desarrollo vulnerables”, en voz del samoano Cedric Schuster, una vez más decepcionado por un proceso multilateral al que, sin embargo, se dijo comprometido.
Los occidentales, incluidos los europeos, los principales donantes mundiales de financiación climática, no estaban dispuestos a ir más allá de esta cantidad, en un período de ajuste presupuestario y agitación política. Pero creo que han contribuido a un resultado histórico.
Joe Biden elogió el acuerdo como un “paso importante” en la lucha contra el calentamiento global. Y “si algunos pretenden negar o retrasar la revolución de las energías limpias (…) nadie puede dar marcha atrás, nadie”, subrayó el presidente estadounidense, en aparente referencia a la actitud climáticamente escéptica de su sucesor, Donald Trump. .
Desde el punto de vista de Francia, el texto es “decepcionante” y “no está a la altura de los desafíos”, subrayó la ministra francesa de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher. Lamentó “la ausencia de liderazgo por parte de la presidencia de Azerbaiyán”.
El comisario europeo encargado de las negociaciones sobre el clima, Wopke Hoekstra, lamentó: a los europeos les hubiera gustado ver más ambición en la reducción de los gases de efecto invernadero en todos los países. Aplazar este debate hasta el próximo año “es un fracaso”, afirmó Kévin Magron, embajador francés del clima.