300 mil millones de dólares al año: los países desarrollados se comprometieron el sábado en Bakú a financiar más a los países pobres amenazados por el cambio climático, al final de una caótica conferencia de la ONU en Bakú, de la que el mundo en desarrollo abandonó furioso.
El compromiso financiero de los países europeos, Estados Unidos, Canadá, Australia, Japón y Nueva Zelanda, bajo los auspicios de la ONU, aumentará de 100 (89) a “al menos” 300 mil millones anuales (268 mil millones de francos) de aquí a 2035. sus préstamos y donaciones a los países en desarrollo.
Dinero para adaptarse a inundaciones, olas de calor y sequías. Pero también invertir en energías bajas en carbono en lugar de desarrollar sus economías quemando carbón y petróleo, como lo han hecho los países occidentales durante más de un siglo.
Pero el acuerdo de la COP29, sellado durante la segunda noche de prórroga, deja un sabor amargo a muchos participantes. Los países más pobres del planeta y los estados insulares del Pacífico, el Caribe y África pidieron el doble o más.
“Este acuerdo es una afrenta”, declaró por adelantado la enviada de las Islas Marshall, Tina Stege.
Azerbaiyán luchó por ganar la organización de la conferencia, el mayor evento internacional organizado por el país, contra Armenia. Pero las declaraciones de su presidente contra Francia, las detenciones de activistas medioambientales y el acoso a los parlamentarios estadounidenses en Bakú han lastrado el ambiente.
Su gestión de las negociaciones es duramente juzgada. Alemania lo criticó por su proximidad a los países productores de petróleo, y los Estados más pobres del planeta cerraron de golpe la puerta a una reunión el sábado, creyendo que no habían sido consultados plenamente.
La representante india denunció desde el estrado la actitud de la Presidencia, acusándola de haber ignorado su petición de palabra.
Bakú fue una “experiencia dolorosa”, dijo la ministra brasileña de Medio Ambiente, Marina Silva, quien será la anfitriona de la próxima COP dentro de un año.
Enfrentamiento por los fósiles
El trasfondo sin precedentes de esta 29ª COP es un año 2024 que probablemente será el más caluroso jamás medido. Y nueve años después del acuerdo de París, la humanidad seguirá quemando más petróleo, gas y carbón que el año pasado.
En dos semanas de reuniones en Azerbaiyán, las tormentas mataron a Filipinas en Honduras, España se lame las heridas tras inundaciones mortales, Ecuador declaró una emergencia nacional debido a la sequía y los incendios…
Pero, en lo que se interpreta como una venganza de la COP28 del año pasado en Dubai, en el acuerdo de Bakú no se hace ninguna mención explícita a la transición para abandonar los combustibles fósiles. Por otro lado, los “combustibles de transición”, como denomina la industria del gas al gas natural, merecen una mención explícita.
Los europeos, que esperaban una mayor ambición en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, tampoco encontrarán en el texto la creación de un sistema de seguimiento anual de los esfuerzos de transición hacia los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas) que esperaban.
Este artículo fue publicado automáticamente. Fuentes: ats/afp