DLos días 17 y 18 de noviembre se cortaron tramos de dos cables de telecomunicaciones, ambos situados en aguas suecas y en aguas del mar Báltico. Los funcionarios europeos sospechan de un sabotaje relacionado con la invasión rusa de Ucrania, lo que el Kremlin rechaza.
Las policías sueca y finlandesa han abierto una investigación.
El Yi Peng 3, un granelero construido en 2001, navegó hacia la zona de los cables en el momento en que fueron cortados, según los sitios de seguimiento de barcos, aunque no hay indicios de que estuviera involucrado en los incidentes.
El hecho de que el barco permanezca anclado desde el martes en el estrecho de Kattegat, entre Suecia y Dinamarca, ha suscitado dudas.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino ha negado cualquier responsabilidad en este asunto.
La marina danesa dijo el miércoles que estaba rastreando el barco. Suecia se unió a este seguimiento el sábado.
“Podemos confirmar que estamos en el lugar… con uno de nuestros mayores buques, el KBV001 Poseidon”, dijo a la AFP la responsable de comunicaciones de la Guardia Costera sueca, Linnea Kappel.
La portavoz se mantuvo callada sobre la misión de la guardia costera, pero dijo que estaban “ayudando a la policía (sueca) y al fiscal”.
“Si el Yi Peng 3 zarpa, lo seguiremos”, añadió.
Un barco de la guardia costera finlandesa debía inspeccionar el cable germano-finlandés este fin de semana, según anunció también el viernes la policía finlandesa.
Las tensiones han aumentado en la región del Mar Báltico desde la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
En octubre de 2023, un gasoducto submarino entre Finlandia y Estonia tuvo que cerrarse tras resultar dañado por el ancla de un carguero chino. Y en septiembre de 2022, una serie de explosiones submarinas rompieron los gasoductos Nord Stream que transportaban gas ruso a Europa, cuya causa aún no se ha determinado.