Sólo debe prevalecer la fuerza de los argumentos.

Sólo debe prevalecer la fuerza de los argumentos.
Sólo debe prevalecer la fuerza de los argumentos.
-

La campaña electoral para las elecciones presidenciales del 29 de junio en Mauritania ha comenzado oficialmente hoy y continuará hasta el 27 de junio, dos días antes del inicio de las elecciones. Siete candidatos compiten para estas elecciones, entre ellos el actual presidente, Mohamed Ould Ghazouani, que aspira a un segundo mandato de cinco años al frente del país. Lo menos que podemos decir es que la precampaña fue turbulenta, y los candidatos fracasados, en particular el ex presidente Mohamed Ould Abdel Aziz, no pudieron presentarse a estas elecciones debido a sus problemas legales. Esto demuestra que la cuestión principal de esta campaña presidencial es su desarrollo en un clima pacífico para evitar así una crisis postelectoral. Por lo tanto, todas las miradas están puestas en la Comisión Electoral Nacional Independiente (CENI), que tendrá que hacer todo lo posible para afrontar este desafío. Los candidatos que se enfrentarán al presidente saliente no piden menos. De hecho, muchos de ellos han dirigido quejas a este organismo para que pueda garantizar la transparencia de las elecciones. Y sobre este tema, la CENI quiere ser tranquilizadora. En particular, precisó que se habían tomado todas las medidas para garantizar elecciones transparentes. Una cosa es cumplir las promesas y otra es cumplirlas. Por lo tanto, tomamos la palabra de esta institución.

Los diferentes candidatos deben mostrar juego limpio

En cualquier caso, la institución está jugando su credibilidad. Si quiere hacer historia, debe asumir la responsabilidad de sí misma y no estar a sueldo del poder de turno, como lamentablemente les ocurre a muchas de sus hermanas en el continente. Dicho esto, el buen desarrollo de esta campaña presidencial, que se extiende por aproximadamente dos semanas, es principalmente responsabilidad de sus actores principales, que son los candidatos y sus respectivos apoyos. Sin duda, este es el momento ideal para que estos últimos se lancen púas unos a otros, lo que también ayuda a mejorar el juego democrático. Pero no deberían excederse. Esto significa que deben demostrar responsabilidad y trabajar para garantizar que la fuerza de los argumentos prevalezca sobre los argumentos de fuerza. En efecto, este país, que antaño estuvo atrapado en la espiral de los golpes militares y que padeció el fenómeno del terrorismo que hoy se ha convertido en la pesadilla de algunos países del Sahel, no necesita en absoluto una “nueva crisis”. Sobre todo porque parece haber dado un giro hacia la democracia. De hecho, no hace mucho, el país experimentó su primera transición pacífica de poder entre dos presidentes electos, desde su independencia en 1960. Esta transición pacífica tuvo lugar en 2019, con la elección del actual presidente, Mohammed Ould Ghazouani, que sucedió a Mohamed Ould Abdel Aziz. Esto significa que los distintos candidatos deben mostrar un juego limpio y jugar a la pelota para no perturbar el juego, cuya principal cuestión es el futuro de la democracia en este país del noroeste de África.

El país

-

PREV La Corte Suprema de Estados Unidos preserva el pleno acceso a la píldora abortiva
NEXT (Boleto 1036) – ¡Están locos estos galos!